Fiscalidad

Los efectos de eliminar las deducciones de los planes de pensiones: más IRPF

Planes de pensiones: cuánto hay que aportar y cuáles son los más rentables
Planes de pensiones: cuánto hay que aportar y cuáles son los más rentables

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha confirmado este jueves en el Congreso su intención de eliminar poco a poco todos los incentivos fiscales de los planes de pensiones privados, para apostar por los planes de empresa. El Gobierno desplazará esta "fiscalidad favorable" apostando por desarrollar la previsión social complementaria en las empresas como uno de los ejes de sus políticas en materia de pensiones "sin cuestionar la centralidad del sistema público de pensiones".

En la actualidad, los contribuyentes pueden deducir de la base imponible del IRPF los importes destinados a estos planes privados, con un límite de 8.000 euros, lo que supone un incentivo al ahorro para la jubilación. Por contra se pretenden potenciar fórmulas que permiten ahorrar para la jubilación a partir de aportaciones pactadas con la empresa. Eliminar las actuales deducciones tendrá una repercusión directa sobre la recaudación tributaria y, por tanto, la principal consecuencia sobre los contribuyentes son los mayores impuestos que tendrán que pagar.

Este incremento se debe al propio funcionamiento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que es progresivo y a mayor base imponible mayor será el tipo impositivo por el que tributa. Así, por ejemplo, un trabajador que en la actualidad ingrese 40.000 euros al año, si destina 8.000 euros a un plan de pensiones privado, únicamente tributará por 32.000 euros. A su vez, estos tributan de la siguiente manera: 12.450 euros al 19%, los 7.750 siguientes al 24% y los últimos 11.800 euros al 30%. 

Por el contrario, si finalmente se aplica la eliminación de las deducciones, ese mismo trabajador tributaría por los 40.000 euros completos. Esto supone que pagará los primero 12.450 euros al 19%, los 7.750 siguientes al 24%, 15.000 al 30% y 4.800 al 37%. Igualmente hay que tener en cuenta que en la actualidad al rescatar el dinero invertido en los planes de pensiones, esos ingresos más la rentabilidad obtenida tributan como rendimientos del trabajo y, por tanto, hay que pagar el IRPF correspondiente al tener devuelta esas inversiones.

Este desplazamiento de las deducciones de los planes individuales de pensiones hacia los planes de empresa supondría una mayor recaudación, ya que implican una pérdida de 2.000 millones de euros cada año para el Estado, según publicó elEconomista a través del sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha). Los planes privados tampoco resultarían rentables para los trabajadores. Según los datos de Inverco difundidos por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la rentabilidad media de los planes de empresa a 10 años (2009-2019) roza el 4%, por una rentabilidad en torno al 2,75% de los planes individuales. "Es un producto extraordinariamente caro, piensen en los tipos de intereses actuales", ha señalado Escrivá.

¿Beneficia más a las rentas altas? 

Más allá de una mayor recaudación, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones valora este beneficio fiscal como "regresivo" porque considera que la capacidad para recurrir a un plan privado se da precisamente entre las capas de la población con más recursos, por lo que las personas con más necesidad de mejorar sus pensiones no se ven beneficiados por este complemento. ¿Beneficia esta medida a las rentas más altas?

Esta explicación está en el carácter progresivo del IRPF que aplica un tipo diferente según cada tramo. Así, el beneficio fiscal de estas deducciones es mayor cuanto mayores son los ingresos de la persona y mayor es la aportación al plan de pensiones. 

El propio funcionamiento del IRPF hace que, por ejemplo, una persona que gana 50.000 y aporta 1.000 euros a su plan de pensiones obtiene un ahorro de 370 euros. Sin embargo, el ahorro no es igual para otra persona que, aún aportando el mismo importe de 1.000 euros, si gana 20.000 el ahorro será de 240.

El modelo vasco, ejemplo a seguir

Frente a los planes de pensiones privados, desde el Gobierno se pretenden impulsar los planes de empresas con fórmulas a las que puedan acceder todos los trabajadores de forma voluntaria e individualizada. En concreto, Escrivá ha puesto como ejemplo el modelo de las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) que se desarrolla en el País Vasco, "un caso de éxito" que alcanza al 50% de la población ocupada, frente a un 10% de incidencia de los planes de empresa en España, y concentra un patrimonio cercano al 20% del PIB en esa comunidad (frente a un total del 3% de planes homologables en todo el país).

Este modelo funciona a partir de entidades que ofrecen herramientas de previsión social, muy similares a los planes de pensiones, pero que ofrecen más contingencias, jubilación, invalidez, desempleo, salud, decesos o incendios, entre otros. Además, se diferencian de los planes privados por el tiempo, las EPSV permiten rescatar el dinero a los 10 años, y están supervisados por el Gobierno vasco, no por el Ministerio de Economía y Hacienda que supervisan los Fondos de Pensiones. 

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