En diciembre de 2006, hace ya casi 25 años, el entonces diputado por la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, proponía al Congreso de los Diputados la eliminación de los coeficientes reductores a los jubilados cuando cumpliesen 65 años. La iniciativa, realizada como portavoz del Grupo Mixto y recogida en el Boletín Oficial de las Cortes Generales en enero de 2007, no cuestionaba que cualquier retiro antes de esa edad pudiese tener una penalización, pero reclamaba que a partir de la legal -65 años- esta sanción no siguiese para evitar que se convirtiese en una 'cadena perpetua' para los pensionistas, la mayoría con grandes carreras de cotización.
El objetivo del diputado aragonés coincide ahora con el de varias plataformas de jubilados, entre ellas Asjubi40, que congrega a un gran número de pensionistas (o que lo serán en breve) y que pretende un reconocimiento al esfuerzo laboral de éstos garantizando sus pensiones y las de muchos otros jubilados. La asociación pretende que los trabajadores con largas carreras laborales, más de 4o años, no arrastren las penalizaciones vigentes durante todo su periplo como jubilados.
Los responsables de Asjubi40, en contacto directo con los diputados presentes en la Comisión del Pacto de Toledo, reconocen un apoyo de todos los partidos a sus reivindicaciones e insisten en solucionar el problema. Sin embargo, admiten que sus propuestas están cayendo en saco roto después de los continuos aplazamientos del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Todos los grupos, desde Coalición Canaria, pasando por el Partido Popular y el Partido Socialista, a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) reconocen su preocupación por el retraso del informe que debería dar respuesta a la situación.
El ministro se comprometió en noviembre a tener listo antes de abril el informe sobre largas carreras de cotización. No se ha presentado y ahora la fechas es julio
El ministro se comprometió en noviembre del año pasado en el Congreso a tener listo el informe en tres meses, pero más de siete meses después no existe o al menos nadie lo conoce. La última promesa fue hace unas semanas y el informe debería estar listo al final de mes y a cinco días de que acabe julio nadie espera que esté listo. Todos los países de la Unión Europea están adaptando sus sistemas de pensiones a las circunstancias, presionados por el envejecimiento de la población, pero cada uno ha optado por un camino, y las largas carreras de cotización tienen un papel protagonista en sus reformas.
Como en España, la mayoría de los países vecinos ha tomado como edad de referencia para la jubilación los 67 años -y subiendo- para adaptarse a la mayor esperanza de vida. Alemania, además de haber puesto en marcha limitaciones para las viudas desde hace décadas, no permite jubilarse anticipadamente sin penalizaciones en el caso de no tener un mínimo de 45 años cotizados. Demasiados años, pese a que muchos alemanes, que desembarcan muy pronto en el mercado laboral, cumplen.
En Europa, los modelos pivotan entre la 'cuota 100 (ó 102)' de Italia, las suaves penalizaciones alemanas a la flexibilidad de los británicos y sus fondos de empleo
Con 35 o menos años cotizados, los recortes en la pensión son importantes y existen regímenes para determinadas profesiones y colectivos con importantes excepciones. En Alemania, los recortes a la pensión anticipada son menores que en España, apenas un 3,6%, o un 0,3% por mes. Tres años antes supone una sanción de poco más de 10%. El máximo tijeretazo, por diversos incumplimientos ronda el 14%.
Italia, como España, está embarcada en una profunda reforma de su sistema de pensiones. En 2019 entró en vigor en el país alpino la llamada 'cuota 100'. La medida -en proceso de modificación- preveía la posibilidad de jubilarse cuando la suma de la edad del trabajador y los años de cotización sumasen al menos 100, con un requisito mínimo de edad (62) y cotización (38). Pese a que resulta más interesante para las largas carreras que en España, el sistema está en supervisión y ya se habla de 'couta 102', que exigiría 64 años cotizados para evitar las salidas del mercado con menos de esa edad.
La legislación italiana actual contempla que hay que tener 67 años y al menos 20 años de cotizaciones para poder jubilarse. Quienes no cumplen con el requisito o con el de previsto en la 'cuota 100' o 'cuota 102' pueden perder hasta un 40% de sus prestaciones. Mientras, el flexible modelo británico permite jubilarse a la edad en la que se desee, lo que no implica cobrar la pensión, algo que sucede cuando se cumplen 66 años, una edad que empieza a ser mayor para los nuevos jubilados. En Gran Bretaña han calado con fuerza los fondos de pensiones de empleo, un modelo del que ha tomado buena nota Escrivá.
Mientras, el Gobierno francés ya tiene sobre la mesa una reforma profunda de su sistema de pensiones y la clave pasa por retrasar la jubilación a los 64 años de los 62 actuales. Con esta iniciativa, los nacidos en 1961 tendrían que jubilarse con 62 años y medio. Y a partir de la generación de 1964 a los 64 años. Actualmente, la edad mínima legal de jubilación en Francia es de 62 años y para recibir el 100%, la edad de jubilación varía entre los 65 y 67 años, según la edad y las condiciones del trabajador. Francia tiene casi una jubilación a la carta con 42 regímenes distintos.
El país vecino tiene un atajo para la jubilación para determinados trabajadores. Un empleado puede jubilarse a los 60 años de edad o antes y cobrar la jubilación anticipada por haber tenido una vida laboral muy larga, siempre y cuando acredite un período mínimo de cotización y se demuestre que ha comenzado a trabajar muy joven. Un ejemplo a seguir, pero que de momento en España no ha cuajado.
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