La decisión se conocerá el 8 de diciembre

Economía pone el modo espera hasta la posible designación de Calviño al BEI

El Ministerio que encabeza la vicepresidenta primera tiene pendiente la solicitud del cuarto pago de los fondos Next Generation, que permitirá a España acceder a 10.000 millones de euros de las ayudas directas

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, en el acto de toma de posesión de José Luis Escrivá
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, en el acto de toma de posesión de José Luis Escrivá
Agencia EFE

El próximo 8 de diciembre el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (ECOFIN) deberá decidir quién sucede al alemán Werner Hoyer como presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), brazo financiero de la Unión Europea que está llamado a tener un papel destacado a la hora de canalizar los fondos europeos Next Generation. La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Comercio y Empresa parte como favorita junto a la que fuera responsable de Competencia de la Comisión Europea, la danesa Margrethe Vestager. 

Pese a que cuenta con muchas posibilidades de ser elegida -al haberse ganado el apoyo de Alemania, uno de los tres estados que más peso tiene en el organismo- el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió mantener a Calviño al frente de la política económica de aquí a finales de año (de ser elegida asumiría el cargo en enero) para lanzar un mensaje de continuidad y confianza y darle algo más de tiempo con el que culminar el trabajo iniciado a lo largo de este semestre de presidencia española del Consejo Europeo. Esto supone que Economía se encuentra actualmente en un compás de espera en tanto que se haga público si, finalmente, Calviño se traslada a Luxemburgo, sede del BEI.

Fuentes próximas al ministerio aseguran que la vicepresidenta no hará, en principio, cambios sustanciales en los equipos, donde sí se esperan movimientos en caso de que la gallega deje sus cargos actuales en el gobierno de Pedro Sánchez. En esta pausa también podría demorarse algo la solicitud del cuarto desembolso de los fondos europeos, por valor de 10.000 millones de euros, para la que no hay aún una fecha concreta. Un portavoz de la Comisión Europea aseguró recientemente a este diario que ya solo "depende de las autoridades españolas presentar la solicitud para el cuarto pago". 

En caso de que su designación para el BEI no se produjera, las mismas fuentes aseguran que la vicepresidenta primera tendría una nueva ventana de oportunidad para ocupar un cargo a nivel europeo en seis meses, a partir de la celebración de las elecciones al Parlamento Europeo que se tendrán lugar entre el 6 y el 9 de junio de 2024. Estas darán lugar a un nuevo 'baile' de sillones económicos y políticos, y Calviño podría optar a un puesto relevante en las instituciones comunitarias. A partir de entonces se dirimirá desde quién ostenta la presidencia de la Comisión Europea (para la que Ursula von der Leyen no anunciará hasta finales de año si se presenta finalmente a la reelección), a la del Consejo Europeo o a los puestos de comisarios. 

Nadia Calviño es una gran conocedora de las instituciones comunitarias, donde ha ocupado cargos de relevancia, como el de responsable de Presupuestos de la Comisión tras la crisis financiera (2014-2018), el de directora general adjunta de Servicios Financieros (2010–2014) o el de directora general adjunta en la Dirección General de Competencia (2006-2010). La 'número dos' del Ejecutivo ya optó a la presidencia del Eurogrupo y fue también candidata a directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los temas pendientes de su ministerio

De momento, su ministerio tiene importantes retos de aquí a final de año, como tratar de sacar adelante la reforma de las reglas fiscales, dado que el próximo 1 de enero dejará de estar activa la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El Gobierno de Berlín, partidario de fijar metas numéricas de déficit y deuda a los Estados miembro, ha intensificado los contactos con Francia, partidaria de algo más de flexibilidad que permita a los socios europeos mantener la inversión y evitar los errores de la pasada crisis financiera. Berlín también ve posible un acuerdo antes de final de año. Otra de las prioridades sería la de aprobar el reglamento europeo de uso de la inteligencia artificial, una normativa pionera.

La convocatoria anticipada de elecciones y la disolución de las Cortes provocó que quedasen en el limbo alrededor de medio centenar de leyes y proyectos que van, desde la ampliación del alcance del Código de Buenas Prácticas para las familias con hipotecas -una iniciativa clave cuando el propio Banco Central Europeo ha reconocido que los tipos de interés se mantendrán altos por más tiempo del previsto-, a la Ley de Autoridad de Defensa del Cliente Financiero. Sobre la primera, El Confidencial avanzó que Calviño pretendía mantener una reunión con la banca en diciembre para abordar este asunto ante su posible marcha al BEI. 

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