La falta de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2024 no supondrá un "frenazo" para el despliegue de los fondos europeos Next Generation, dado que la prórroga de los de 2023, que se activó el pasado 1 de enero al no contar el Ejecutivo con unas cuentas aprobadas, era ya una posibilidad que se había contemplado. Así de tajante se ha mostrado el secretario de Estado de Economía, Israel Arroyo Martínez, en el marco de las jornadas sobre el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia que organizadas la delegación de la Comisión Europea en Madrid.
En las últimas horas se han puesto sobre la mesa los posibles efectos de la renuncia del Gobierno a seguir adelante con los trabajos para elaborar el proyecto de ley más importante de la legislatura, a raíz de la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña el próximo 12 de mayo. El Ejecutivo ha optado por centrarse en los trabajos para sacar adelante las cuentas de 2025, que deberán adaptarse ya a las nuevas reglas fiscales europeas, ante la dificultad de negociar con ERC y Junts, por un lado, y con el PNV y EH Bildu, por otro, con las convocatorias electorales en Cataluña (12 de mayo) y Euskadi (21 de abril).
Arroyo ha insistido en que las cuentas prorrogadas contienen "el suficiente espacio para llevar a cabo los desembolsos previstos y, por supuesto, para la ejecución de la adenda", así como la gestión de los pagos. No obstante, el secretario de Estado ha reconocido que el Ejecutivo deberá analizar si había algún "pequeño elemento" del desarrollo de la adenda que fuera a incorporarse a la ley de presupuestos de 2024 y que ahora requiera ahora incorporarse a otro vehículo. "Ese va a ser el único punto que ahora tendremos que analizar", ha puntualizado Arroyo.
La ejecución del plan "ha alcanzado la velocidad de crucero", ha destacado, después de que en este mismo foro el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, avanzase este jueves que hasta finales de febrero habían llegado a la economía real el 47% de los fondos europeos asignados a España en la primera fase del plan. Son alrededor de 32.000 millones de euros de los que 13.500 unos millones han ido a parar a pymes, microempresas, autónomos y familias.
El Banco de España calcula un impacto de dos puntos de PIB
El Banco de España calcula que son 26.000 millones de euros los que estarían ya en manos de los destinatarios del total de 37.000 millones que ya ha desembolsado Bruselas. Ha sido la subgobernadora de la entidad, Margarita Delgado, que ha intervenido también en el acto, quien ha estimado en dos puntos del PIB el impacto de los Next Generation en la economía nacional de aquí a 2033.
Delgado ha reconocido que las ayudas y préstamos europeos suponen "una gran oportunidad en el corto plazo" a la vez que "numerosos desafíos". En el BdE han constatado que las empresas que han recibido más fondos han aumentado su inversión con respecto a los niveles de prepandemia por encima de lo que se podría esperar por el sector al que pertenecen y por su tamaño. Esta evolución no se observa, sin embargo, en las firmas que han recibido fondos que no están relacionados con el Mecanismo de Recuperación.
A nivel agregado aún no se aprecia un aumento de la inversión -es, de hecho, una de los indicadores que no termina de recuperarse ni en España ni el resto de grandes economías del euro- y Delgado lo atribuye a que puede existir un cierto retraso en la mejora de la inversión en bienes que equipo en términos de PIB. La subgobernadora ha aprovechado también su intervención para incidir en que la selección de proyectos por parte de las Administraciones Públicas es esencial, así como la evaluación continua y en tiempo real para poder corregir aquello que no esté funcionando bien.
Los datos de que dispone el BdE a través de la Central de Balances les han permitido observar cómo las empresas que en 2022 lograron recuperar sus márgenes pudieron afrontar el aumento de los costes -de los de los insumos, de la recuperación de los salarios reales, pero también de los financieros a raíz de la subida de tipos aplicada por el Banco Central Europeo para corregir la inflación. En el caso de las empresas que ya han recibido fondos europeos, sobre todo las más pequeñas (que tienen siempre más dificultades para acceder a la financiación bancaria) les ha permitido desarrollar sus programas nuevos e inversiones de una forma más sencilla.
