A medida que los trabajadores se acercan a sus últimos años de vida laboral, muchos desean anticipar su retiro profesional. Es posible retirarse en cualquier momento, pero en España para poder recibir la pensión contributiva de jubilación será necesario cumplir ciertos requisitos. En concreto, la Seguridad Social exige al trabajador haber cotizado un mínimo de 15 años, dos de los cuales deberán haberse producido en los 15 años previos a solicitar la jubilación. Además, el retiro profesional será posible una vez cumplida la edad legal vigente en cada momento.
En 2023 es necesario tener 66 años y 4 meses o 65 años si el trabajador tiene más de 37 años y 9 meses cotizados. Pero esta edad cambiará en los próximos años. La Seguridad Social aplica desde 2013 un periodo transitorio que tiene como finalidad fijar el retiro profesional de los trabajadores en los 67 años.
Despido antes de la edad de jubilación
Para poder adelantar el acceso a la pensión, hasta cuatro antes, la Seguridad Social ofrece la posibilidad de la jubilación anticipada. Se trata de una modalidad de jubilación, pero totalmente diferente a la prejubilación, dos conceptos que no se deben confundir. En primer lugar, la prejubilación no es una situación reconocida por la Seguridad Social para acceder a la pensión de jubilación. Se trata de un acuerdo entre la empresa y el trabajador sobre la baja de este último a cambio de una indemnización.
En este caso, para la Seguridad Social el trabajador pasa a ser desempleado, no jubilado. De hecho, si cumple los requisitos fijados podrá solicitar la prestación por desempleo o el subsidio por desempleo. Este importe se podrá compaginar con la indemnización recibida por la empresa y se recibirá hasta que se agote por extinción o hasta que el trabajador decida jubilarse, de manera anticipada u ordinaria.
Los trabajadores que se prejubilen pueden optar por esperar a la edad de jubilación -bien trabajando o bien como parado- o solicitar la jubilación anticipada. En concreto, existen dos modalidades –voluntaria o forzosa- que permiten acceder a la pensión de jubilación hasta dos o cuatro años antes de la edad legal vigente.
Jubilarse hasta cuatro años antes
La jubilación anticipada derivada del cese no voluntario en el trabajo es una opción para los trabajadores que abandonan la actividad laboral por motivos ajenos. Esto se produce ante una situación de desempleo por un ERE o por causas económicas. Está disponible hasta cuatro años antes de que el trabajador cumpla la edad legal, siempre que tenga como mínimo 33 años cotizados.
La otra opción es la jubilación anticipada voluntaria. En este caso, el trabajador se jubila por decisión propia, pero deberá esperar a tener dos años menos de la edad legal. Además, la Seguridad Social exige un mínimo de 35 años cotizados para este tipo de jubilación.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que desde la Seguridad Social se busca retrasar la edad media de jubilación en España y para ello aplica una penalización que puede reducir hasta un 21% la cuantía de la pensión. El coeficiente reductor aplicado variará según el período de cotización acreditado y los meses de anticipación y será mayor en el caso de la jubilación anticipada voluntaria.
En el caso de la prejubilación, no existe penalización. Es posible que el trabajador espere hasta tener la edad legal para jubilarse sin reducción en la pensión. Recurrir al paro es una forma de mantener ciertos ingresos hasta solicitar la jubilación. Hay que tener en cuenta que la prestación por desempleo se cobra durante un máximo de dos años, siempre que se haya cotizado durante los últimos 6 años. Y la duración del subsidio por desempleo, que se dirige a las personas desempleadas con ingresos bajos, dependerá del número de meses cotizados y de si tiene o no responsabilidades familiares.
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