Mayores costes financieros 

La deuda golpeará a la economía española con 2,6 puntos de déficit el año que viene

Funcas calcula que el saldo primario de las AAPP -sin incorporar el efecto de los mayores costes financieros que deberá encarar España- se situaría en el 1%, lejos del 3,6% al que prevé que cierre el año próximo incluyéndolos

La previsión de la evolución de las Letras del Tesoro para los próximos cinco meses
La deuda golpeará a la economía española con 2,6 puntos de déficit el año que viene
Europa Press

La subida acelerada de los tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) ha venido aplicando desde julio del año pasado para controlar la inflación hará mella en las cuentas públicas del año que viene, cuando quiera que estas puedan aprobarse dada la situación de interinidad del Ejecutivo tras el 23-J. La carga de la deuda, que se elevará de forma notable a causa del endurecimiento de la política monetaria, llegará a representar una parte notable del déficit en el que incurrirá el conjunto del país. El Gobierno en funciones estima, en el 'Plan Presupuestario 2024' enviado a Bruselas la pasada semana, que el pago de intereses de la deuda alcanzará los 39.078 millones de euros el próximo ejercicio.

Se trata de una cuantía histórica para esta partida, puesto que España no había tenido que afrontar un gasto de esta magnitud en intereses de la deuda ni siquiera en los peores momentos de la pasada crisis financiera, cuando la prima de riesgo tocó los 638 puntos básicos en julio de 2012 y los mercados llegaron a poner en entredicho la solvencia de la mayoría de las economías de la periferia del euro, incluida la nacional. 

Según cálculos de la Fundación de las Cajas de Ahorros, Funcas, la carga de la deuda explicará el año que viene 2,6 puntos del déficit total que registrarán el conjunto de las Administraciones Públicas, que el 'think tank' eleva hasta el -3,6%. Esta previsión contrasta con el -3% que el Ejecutivo se ha comprometido a alcanzar para poder cumplir con las reglas fiscales, puesto que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento volverá a estar plenamente operativo a partir de enero.

Descontando esta partida, el saldo primario del sector público se situaría en el -1% el año que viene. En el caso del ejercicio en curso, cuando el agujero presupuestario equivaldrá en conjunto al 4,1% del PIB, 1,6 puntos de ese desequilibrio vendrán dados por el aumento de los costes de financiación. De nuevo, los cálculos de la fundación difieren de los del Gobierno en funciones, que rebaja el déficit al 3,9% este año desde el 4,8% al que despidió el pasado. 

Esos casi 40.000 millones equivalen a todo lo que se ingresa por el impuesto sobre Sociedades en en un año o a cinco meses de la recaudación del IVA, como recordaba su director General, Carlos Ocaña, durante la presentación de sus perspectivas económicas, que han situado el endurecimiento de las condiciones monetarias como una de las principales causas del enfriamiento paulatino de la economía española, junto con el frenazo de Europa y la moderación del consumo público.

Unos costes 'todavía' manejables

Incluso en los momentos en los que los tipos de interés permanecían en mínimos históricos en la Eurozona (el tipo general, la facilidad marginal de crédito y la facilidad de depósito se han mantenido durante años en el 0%, el 0,25% y el -0,50%, respectivamente) España tenía que dedicar cada año una cantidad superior a los 30.000 millones para el pago de intereses por deuda que había emitido previamente, en momentos en los que el precio del dinero estaba más caro. 

Por otra parte, desde la agencia de calificación europea Scope Ratings ponen en valor el hecho de que, si bien los rendimientos de los bonos en la Eurozona se han incrementado desde la primavera en medio de una política monetaria más restrictiva, el porcentaje de los pagos de intereses de España sobre el PIB ha disminuido desde el año 2014. Entonces, con la economía dejando atrás la recesión, su peso rondaba el 3%, mientras que el año pasado se situó en el 2%. En la firma germana prevén, sin embargo, que aumente de nuevo hasta el 2,9% en 2026.

Entre los factores que contribuyen a que España tenga unos costes de deuda "manejables" se incluyen, según Jakob Suwalski, director de calificaciones públicas y soberanas de la compañía, una estructura de deuda favorable, un vencimiento más largo (7,9 años frente a los 6,2 de 2013), una proporción modesta de bonos indexados a la inflación (apenas el 5% del total), una propiedad estable (el Banco de España poseía el 28% de los bonos del Estado en el segundo trimestre de 2022) y un colchón de depósitos sustancial equivalente a aproximadamente el 12% del PIB. 

La necesidad de seguir adelante con las reformas

Con todo, el experto incide en que el aumento de los tipos de interés en el área del euro obliga a los gobiernos a gestionar la deuda de forma eficiente, lo que pone de relieve la importancia de las reformas fiscales para permitir un aumento del gasto social y en inversiones ecológicas. En este sentido, desde Funcas descartan que el déficit vaya a bajar al 3% antes de 2028 sin aplicar medidas adicionales. Un plan de ajuste gradual y continuo permitirá al país recuperar margen para la política fiscal, frenar la escalada del coste de la deuda y evitar situaciones complicadas en los mercados financieros.

En el departamento que encabeza Nadia Calviño inciden en que los costes de financiación del Estado se mantienen "en niveles contenidos en términos históricos" pese a que en poco más de un año el emisor ha subido las tasas de referencia en 450 puntos básicos hasta situarlas en máximos desde 2001. Esto elevará un 8,2% la emisión bruta del Tesoro este año hasta los 256.930 millones de euros. Esta misma semana la vicepresidenta primera en funciones anunció que España rebajará en 5.000 millones la emisión de deuda prevista para este año hasta los 65.000 millones. Esto supone que el organismo habría completado ya el 85% del programa de financiación previsto para el conjunto del ejercicio.

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