¿Cuánto y cómo invertir en criptomoneda para minimizar mis riesgos?

La inversión en criptomonedas ha sido cuestionada por los reguladores financieros desde sus inicios. La CNMV, el regulador español, destaca que “las Autoridades Europeas de Supervisión advierten a los consumidores de que muchos criptoactivos, por su carácter muy arriesgado y especulativo, no resultan adecuados como inversión ni como medio de pago o intercambio para la mayoría de los consumidores minoristas”. Y desde el Banco de España (BdE) también afirman que las criptomonedas es un activo que no está respaldado por un banco central y lo valora “activo especulativo de alto riesgo”.

Pese a estas advertencias, la inversión en criptomonedas ha ganado popularidad en los últimos años. Actualmente, según datos del portal CoinMarketCap, hay más de 26.000 monedas digitales y la capitalización conjunta alcanza los 1,21 billones de dólares. El bitcoin es la criptomoneda más poular y la de mayor valor, por encima de los 30.000 dólares. No obstante, los valores actuales están por debajo de los casi 3 billones de dólares de capitalización que alcanzó el mercado en 2021, cuando las criptomonedas vivieron su punto álgido.

Para invertir en criptomonedas, lo principal es ser conscientes de la inversión y de los riesgos asociados. En ese sentido, uno de los consejos más repetidos es la diversificación. Se trata de una estrategia de inversión que se basa en la idea de que es menos arriesgado comprar un poco de muchas cosas, que mucha cantidad de una sola cosa. Es decir, diversificar consiste en repartir el dinero entre varias inversiones distintas.

Repartir el peso de la cartera

El reparto del peso de una cartera se aplica de igual manera en las inversiones tradicionales como en las criptomonedas. Para reducir el riesgo, la cartera deberá estar equilibrada y compuesta por diferentes inversiones que se adecúen al perfil de cada inversor. Así, las posibles pérdidas de unas inversiones podrían compensarse con las ganancias de otras.

De esta manera, el inversor deberá mantener una cartera con activos con distintos niveles de riesgo y rentabilidad potencial, de distintos sectores de actividad -industria, servicios, alimentación, nuevas tecnologías, banca, energía, construcción...- o de distintas zonas geográficas. En el caso de la inversión en criptomonedas, la cartera incluirá un único activo financiero, pero se podrá invertir en las diferentes monedas digitales que existen en el mercado.

Más de 26.000 criptomonedas

Para elegir las criptomonedas que van a componer nuestro portfolio, hay una gran multitud. Según el portal Coinmarketcap, actualmente existen más de 26.000 criptomonedas. El bitcoin es la más popular y la mayor criptomoneda por valor en el mercado, supone la mitad de todo el mercado. Pese al dominio del bitcoin, su peso en el mercado se ha ido reduciendo en los últimos años.

De hecho, el bitcoin llegó a representar el 95% de toda la capitalización en los orígenes de las criptomonedas y en 2021, en plena expansión, el bitcoin superaba el 70%. Sin embargo, el peso y la popularidad de otras criptomonedas han ido en aumento. Por capitalización, el ether supone el 19% del mercado y el tether, más del 7%. Le siguen BNB, USD Coin y XPR.

De primeras, en muchas ocasiones los inversores atienden solo a la rentabilidad. A lo largo de los últimos meses las criptomonedas han registrado gran volatilidad y los rendimientos no aseguran los futuros. Y para diversificar también es importante conocer la tecnología detrás de cada criptomoneda.

Por ejemplo, el bitcoin está relacionado como método de pago, igual que Ripple o Litecoin. Pero el ether, la segunda criptomoneda por capitalización, es la moneda del sistema Ethereum, que a su vez es un sistema blockchain que funciona como plataforma para otras criptomonedas. Además, también están las denominadas monedas estables, stablecoin, cuyo objetivo replicar el valor de un activo subyacente, como por ejemplo una moneda fíat o un metal precioso. Este es el caso del Binance USD, apoyado en el dólar estadounidense.