Serán necesarios tres millones de migrantes

Un tercio de los ocupados 'boomers' se jubila en 10 años sin relevo 'millennial'

La generación que 'pagará' las pensiones de los 'babyboomers' está altamente cualificada, pero empieza a trabajar a los 26 años. La sustitución en construcción, hostelería o Función Pública resultará imposible.

Montero, Díaz y Escrivá, Consejo de Ministros
La falta de mano de obra ya es importante en algunos sectores y se disparará en diez años.
EFE

El aluvión de jubilaciones que se producirá en los próximos años, con la llegada a la edad de retiro de la generación más numerosa, la del 'baby boom', nacida entre 1958 y 1977, no solo disparará el gasto de la Seguridad Social sin ingresos suficientes para contrarrestar el aumento, como advierten organismos diversos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), el Banco de España , el Instituto de Estudios Económicos (IEE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), también provocará un fuerte impacto en el mercado laboral, en el que el relevo generacional en muchas áreas y profesiones será imposible de gestionar y generará un importante déficit de mano de obra, pese a que un elevado número de ciudadanos continuará en el paro. 

El reemplazo deberá venir de los 'millenials', la generación posterior a los 'boomers', muy preparada, mucho menos numerosa -4,5 millones menos que la anterior- y que comienza a trabajar más tarde y descarta muchos de los trabajos menos cualificados y duros, mientras esperan años para lograr "un puesto en lo suyo". Mientras, los que empiezan pronto y dejan de lado la carrera, apenas cobran el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Su inestabilidad laboral es mayor, frente a la de sus padres, que en un buen número de casos ha permanecido en la misma empresa y desarrollando prácticamente el mismo trabajo durante décadas.

Las tablas del Instituto Nacional de Estadística del tercer trimestre de 2021 apuntan que en menos de diez años, 3,9 millones de ocupados 'boomers' que ahora tienen más de 55 años se jubilarán, tras décadas cotizando y seguramente más tarde y con menos pensión de la que preveían antes de las consecutivas reformas del sistema. A estos se añadirán otros 630.000 parados con esas edades, que subsistirán en la mayoría de los casos con el subsidio pensado para los mayores hasta que se produzca ese retiro. En este contexto, numerosos puestos en buena parte de oficios, profesiones y sectores quedarán sin cubrir, desde la construcción, al transporte y la agricultura, a la sanidad, la educación o la gestión administrativa pública, no solo por un relevo mal enfocado con una Formación Profesional insuficiente para dar cobertura a la demanda laboral, también porque no habrá mano de obra bastante.

En tan corto plazo, será imposible cambiar el sistema educativo, que mantiene los errores de siempre pese a las numerosas reformas, y muchas pautas arraigadas en la generación 'millennial', en parte afortunada con la entrada de dos sueldos en su casa que les permitió estudiar, pero que también conoció la precariedad laboral dentro de su familia causada por las reconversión industrial o la dura crisis de 2008. La solución, nuevamente, será la entrada masiva de migrantes, como sucedió durante el Gobierno de José María Aznar, algo que ha reiterado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que incluso ha cuantificado en seis millones de inmigrantes los necesarios para afrontar el reto de las pensiones. 

La AIReF prevé que serán necesarios 10 millones de migrantes en tres décadas, pero la competencia por captar esa mano de obra llegará de otros países europeos

Mientras, la Airef, que capitaneó durante seis años Escrivá, estimaba en su último informe sobre pensiones que serían necesarios casi diez millones de migrantes para afrontar un gasto en prestaciones que se triplicará hasta 2050, una fecha en las que la pensión media de los jubilados rondará los 2.000 euros. En apenas un década (1990-2000) llegaron a España cinco millones de migrantes, pero en esta ocasión será mucho más difícil, ante la competencia por la mano de obra que se producirá en la mayoría de los países europeos, ya que gastan más que España en pensiones y tienen graves problemas para cubrir puestos en transporte, agricultura, sanidad y educación, porque su generación 'baby boom' empezó antes y ya lleva años jubilándose.  

Al problema inminente de las jubilaciones antes de 2032, habrá que añadir uno posterior y de mayor magnitud, que supondrá el abandono de los otros dos tercios de los ocupados 'boomers' entre 2032 y 2042. En profesiones como la de transportista la falta de mano de obra ya es patente por el desinterés de los jóvenes por un trabajo, bien remunerado con respecto a otros, pero que supone un esfuerzo personal y profesional demasiado alto y una falta de reconocimiento social. Faltan en este momento más de 16.000 trabajadores, según la Organización Empresarial de Logística y Transporte, una de las patronales de un sector que estuvo a punto de ir a la huelga durante las navidades por los graves problemas que soporta.

La Función Pública afrontará también un importante reto de sustitución, ante el cada vez menor interés que suscita para muchos jóvenes estos empleos para toda la vida. Sanidad, educación y atención pública a los ciudadanos tienen trabajadores con medias de edad muy elevadas. En apenas tres años, más de 330.000 funcionarios dejarán las administraciones, un cifra que se elevará a 900.000 en solo diez años. La mayoría funcionarios que entraron en la Administración, casi en avalancha, en los años 80 y 90, por el desarrollo del Estado de las Autonomías y la mejora del bienestar social en España. La edad media de entrada en la Administración ronda los 35 años -en el sector privado es de 26-, tras largos periodos preparación y numerosos exámenes, según datos del estudio 'La Administración General del Estado a 10 años vista', elaborado por Adams Formación.

La edad media de entrada en la Administración ronda los 35 años y en áreas como sanidad, educación o atención al público habrá retiros masivos

A partir de los datos del INE, el estudio se evidencia que los funcionarios con menos de 29 años apenas suponen el 7,5% del total. De estos, solo el 0,2% tiene menos de 20 años. De los 2,6 millones de funcionarios, más de un millón tiene entre 50 y 59 años. Mientras, la Administración estatal asume un 40% de efectivos con más de 50 años y en la Seguridad Social el problema es todavía más grave con un 76% de sus 26.000 empleados con más de 50 años. Con una tasa de paro del 14,5% -del 13,9% entre los mayores de 55 años- siguen faltando trabajadores en hostelería o la construcción y la demanda de estos aumentará exponencialmente en los próximos años. En el sector servicios, tres millones de trabajadores se retirarán en la próxima década y suponen uno de cada cinco empleos en esta actividad. 

La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) lleva alertando meses del complicado panorama que afronta el sector, con trabajadores cada vez menos formados y con mayores edades. La patronal advierte que no hay trabajadores suficientes para la enorme cantidad de proyectos que se pueden financiar con la entrada masiva de fondos Next Generation y cifra en 700.000 el número de empleados que necesitan. Considera que muchos vendrán de la hostelería -que perderá empleos-, el sector en el que se refugiaron tras la crisis de 2008.  En apenas 12 años, el porcentaje de trabajadores en la construcción menores de 34 años ha pasado del 42% al 18% y en 2030 se jubilará un tercio de los profesionales -torneros, fresadores, soldadores- especializados. Mientras, los datos del Ministerio de  Educación y Formación Profesional alertan de que los alumnos de grados relacionados con la construcción apenas representaron el 1% de los matriculados en FP en el curso 2019-2020. 

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