Tensiones geopolíticas

La crisis en el mar Rojo amenaza la tendencia a la moderación de los precios

Las tensiones arrecian en Oriente Medio y desafían la previsión de una rebaja sostenida de la inflación, en un escenario en que el Banco Central Europeo y los países de la Eurozona cuentan con escaso margen de maniobra

Petróleo Oriente Medio
La crisis en el mar Rojo amenaza la tendencia a la moderación de los precios
Agencia EFE

Casi cuatro años después de que la pandemia de Covid estrangulase el comercio mundial de mercancías y generase los temidos cuellos de botella por las restricciones a nivel global y una demanda disparada, la crisis en el mar Rojo vuelve a presionar una inflación que venía moderándose desde hace meses. La navegación de buques comerciales a través del canal de Suez, que conecta el mar Rojo con el Mediterráneo y es la principal ruta comercial entre Europa y Asia, se ha visto reducida un 30% en lo que va de enero, según los datos que manejaba hasta el martes la autoridad del canal. 

La causa son los ataques de los rebeldes hutíes del Yemen, afines a Irán, a los barcos que acusan de estar vinculados a Israel en plena escalada del conflicto con Hamás y de los bombardeos continuados de su ejército a Gaza. Alrededor del 12% de las mercancías que se mueven a nivel mundial transitan por el Canal de Suez, una franja de agua de 163 kilómetros que atraviesa el norte de Egipto. 

Se trata de un enclave estratégico por el que circuló el 12% de todo el petróleo que se comercializó por vía marítima a lo largo del primer semestre del año pasado y el 8% del comercio global de gas natural licuado, de acuerdo con los últimos datos publicados por la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), organismo de estadística y análisis que depende del Departamento de Energía de ese país. 

Las tensiones geopolíticas en Oriente Medio se han convertido así en uno de los factores que genera más incertidumbre a nivel económico por su potencial para alterar el mercado energético, entre otros. Los ataques de los hutíes han elevado con fuerza el precio de los fletes (el coste de transportar una mercancía en barco) y, de mantenerse podrían generar un problema de desabastecimiento mayor y prácticamente una vuelta a la situación que se vivió con la salida de la pandemia. 

Lo anterior puede afectar a las expectativas de moderación "lenta pero continuada" de la inflación, advierte a este diario María Jesús Fernández, economista senior de Funcas. Si la situación no va a más y los ataques de los hutíes se convierten en algo puntual, la perspectiva es que el Banco Central Europeo (BCE) empiece a bajar los tipos de interés a lo largo de este año. Sin embargo, advierte la experta, "si la situación se encona, podrían cambiar estas expectativas". 

Menos margen de actuación para bancos centrales y gobiernos

El problema para la Eurozona es que, ante un agravamiento de las tensiones, el punto de partida para la política monetaria no sería el mismo que con el shock inflacionista que se produjo en 2022, dado que entonces esta venía de años con los tipos en negativo y había margen para elevarlos. A la vez, el BCE tenía recorrido más que suficiente para reducir su balance.

"Sería una situación muy desafiante desde el punto de vista de la política monetaria", apuntaba este martes Judith Arnal, investigadora sénior asociada en el Real Instituto Elcano y consejera independiente del Banco de España, durante la presentación del informe 'España en el mundo en 2024: perspectivas y desafíos'. A esto se suma que, desde el punto de vista fiscal las finanzas públicas ya están sobrecargadas y el margen de actuación es menor, recuerda Arnal. Más aún en un contexto en el que vuelven a estar vigentes las reglas fiscales y los Estados miembro deben ceñirse de nuevo este año a los objetivos de déficit y deuda. 

Los tipos de referencia se mantienen en el 4,5% desde el pasado mes de septiembre, en máximos de 22 años tras las diez subidas consecutivas que la entidad ha aplicado desde julio de 2022 para tratar de controlar una inflación desbocada. La propia Comisión Europea considera que las presiones inflacionistas más amplias "deberían seguir disminuyendo a medida que avanza el año", en palabras de su actual vicepresidente económico. 

Tras la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) del martes, Valdis Dombrovskis apuntó a que, en general, esperan que la actividad económica de la región se recupere gradualmente a medida que el consumo lo haga gracias a la moderación de los precios y a la solidez del mercado de trabajo. De momento, la economía de la Eurozona muestra un crecimiento muy débil -amenaza, de hecho, con haber despedido 2023 en recesión técnica tras acumular dos trimestres consecutivos de contracción-, y los indicadores adelantados sugieren que esta tendencia se mantendrá, en opinión de François Rimeu, estratega senior de la gestora La Française.

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