Pedro Sánchez afronta este jueves la primera votación de un debate de investidura en el que el líder de los socialistas y presidente en funciones ha anunciado la extensión al año que viene de dos de las medidas aprobadas para hacer frente a las crisis energética e inflacionaria y a las consecuencias de la guerra de Ucrania: la ampliación de la rebaja del IVA a los alimentos hasta el próximo mes de junio y la gratuidad del transporte público desde 1 de enero para los jóvenes, adultos mayores y para los desempleados.
Fuentes próximas al Gobierno aseguran que todavía no hay un cálculo exacto del impacto económico que tendrán estas medidas y remiten al momento en que se aprueben para poder contar con una estimación certera. Sin embargo, sí que existen datos que permiten extrapolar un coste aproximado. La rebaja del IVA a los alimentos restó a las arcas públicas 626 millones de euros de recaudación en el primer semestre del año, según datos de la Agencia Tributaria (AEAT). Hasta septiembre la merma de ingresos alcanzó los 1.294 millones, como refleja el último informe mensual de recaudación que ha hecho público el organismo.
En virtud del paquete conocido como 'escudo social' los alimentos de primera necesidad han pasado a estar gravados desde enero al 0% de IVA, frente al tipo superreducido del 4% que venían soportando. En este grupo se incluyen el pan, la leche, los huevos o las frutas y verduras. A la vez, el Gobierno, hoy en funciones, redujo del 10 al 5% el IVA para los aceites y las pastas. La decisión de mantener esta medida obedece a la resistencia a caer que están mostrando en general los precios de estos productos ante la complejidad de un entorno marcado por la sequía y las temperaturas extremas, por la escasez de producción que ambas han provocado, pero también por los costes energéticos, de los fertilizantes, del transporte...
De hecho, los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas han estado subiendo más del 10% mes a mes durante año y medio, y no ha sido hasta octubre cuando su incremento se ha moderado al 9,5% interanual, tal y como confirmó esta semana el Instituto Nacional de Estadística. Una retirada de la rebaja fiscal que afecta a los productos básicos con los precios lejos aún de estar controlados tendría un efecto directo en el bolsillo de los consumidores.
En su último Informe Trimestral, el Banco de España revisó siete décimas al alza la inflación prevista el año que viene hasta el 4,3% de media. La presión de la energía explica en parte este incremento, pero no todo. Así, la entidad capitaneada por Pablo Hernández de Cos estimó que la eliminación de la rebaja del IVA a los alimentos y de las subvenciones al transporte público podrían elevar dos décimas la tasa de anual de IPC el próximo ejercicio.
Por otra parte, en el Plan Presupuestario 2024 remitido a Bruselas el 15 de octubre, el Gobierno fijaba una cuantía de 1.440 millones para la subvención del transporte público, incluyendo la gratuidad de trenes y autobuses y las ayudas a las autonomías para que completasen los descuentos en el transporte de su competencia. Esa cuantía se corresponde con lo que el Ejecutivo presupuestó en 2023, dado que el documento refleja un escenario inercial, esto es, en caso de prórroga de las cuentas públicas al no existir en el momento de publicarse un Gobierno en plenas funciones.
Un coste de más de 2.000 millones y el margen de la recaudación
Si se toman como referencia los 626 millones de pérdida de recaudación por el IVA de los alimentos y estos 1.440 millones del transporte, el Estado tendrá que hacer frente el año que viene a un coste de más de 2.000 millones de euros a cuenta de las medidas anunciadas por Pedro Sánchez en el debate. Esta cantidad es una aproximación, puesto que la final dependerá del comportamiento del consumo, del de los precios de los alimentos -que en principio deberían seguir moderándose los próximos meses- y del de los usuarios del transporte público.
El secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, avanzó que la recaudación tributaria aumentará más del 5% hasta octubre en términos interanuales, frente al 4,5% al que lo hizo hasta septiembre (cuando la AEAT ingresó un total de 190.064 millones) gracias al segundo pago fraccionado del impuesto sobre Sociedades y a las menores devoluciones. Gascón apuntó que este margen u oxígeno extra permitirá cumplir la senda de déficit prevista (del 3,9% este año y del 3% el próximo), pero también estudiar una posible extensión de las medidas anticrisis. De momento esa ampliación no parece contemplar las rebajas de impuestos a la energía.
Si, como está previsto, Sánchez recibe el respaldo de una mayoría absoluta del Congreso (en principio cuenta con el apoyo de 179 diputados entre el PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria) en la votación de este jueves, podrá formar el nuevo Gobierno de coalición los próximos días y pisar el acelerador en la elaboración de los Presupuestos del año que viene. Fuentes del ministerio de Hacienda aseguraron a este diario que su objetivo es sacar adelante el proyecto cuanto antes, si bien reconocían que lo apretado del calendario forzará una prórroga 'mínima' de las cuentas públicas.
