Eliminar la brecha de género en España supondría un aumento del 17% en el PIB

El III Índice ClosingGap registra una leve mejora en la paridad de género durante el año 2022, hasta situarse en el 64,7% en España, 1,4 puntos por encima del dato de 2021. Este indicador tiene en cuenta la evolución respecto al empleo, la salud, la educación, la digitalización y la conciliación, y el grupo de expertos ha identificado signos positivos en todas las categorías, a excepción de la salud. Sin embargo, es la brecha en el empleo la que mayor impacto tiene en términos económicos, dado que según la previsión recogida en el informe, la distancia entre géneros supone que se generen 212.179 millones de euros menos al año en España, una cantidad equivalente al 17,6% del PIB de 2021. 

Este porcentaje refleja las diferencias en términos de empleo que siguen enfrentando las mujeres en el mercado laboral y casi la mitad de esta proyección (8,5 puntos) viene explicada por el peso de la parcialidad, ya que el número de horas que estas trabajan es notablemente inferior al de los hombres. Además, como han denunciado los sindicatos en diferentes ocasiones, muchas de estas mujeres tienen un contrato parcial no deseado, es decir, no han tenido la oportunidad de trabajar a tiempo completo. Este rasgo viene de la mano de los sectores en los que ellas tienen más presencia, puesto que en limpieza o cuidados las jornadas reducidas son más frecuentes. El índice señala que el hecho de que las mujeres participen más de sectores menos productivos tiene un coste de oportunidad del 1,1% del PIB. 

Mientras, la menor tasa de actividad de las mujeres es responsable del 8% de este freno, a pesar de que en 2021 se observó una mejora de la participación en el mercado respecto a 2020. La pandemia ha supuesto un bache para la evolución de la situación de la mujer como profesional, ya que sobre ella incidió un mayor peso de las tareas del hogar y del cuidado de familiares, como refleja la brecha en la conciliación laboral que no recupera niveles precovid. Los expertos señalan que esta variable también tiene una incidencia indirecta en el PIB, porque priva a las mujeres de trabajar más horas o buscar un empleo. Este punto registra la mayor distancia entre hombres y mujeres, dado que la paridad apenas se ubica en el 41,4%. 

En términos de empleo, ha aumentado el número de mujeres que ocupan puestos de liderazgo en la empresa privada, algo que Anna Merino, directora del equipo de Economics Strategy interpreta como un gran avance, ya que este paso se dio hace años en el sector público. Gracias a este cambio, el índice se sitúa en el 67,2% en términos de empleo, sin embargo, el trabajo precario se reduce en menor proporción para las mujeres que para los hombres en 2022, el primer año de vigencia de la reforma laboral. Aunque las subidas de las pensiones, en concreto de las pensiones no contributivas, si han tenido un importante impacto para reducir la brecha en este rango de edad. 

Además, este coste de productividad, es decir, lo que se deja de producir, también impide la creación de 2,5 millones de empleos femeninos a tiempo completo. Y, por otro lado, reduce la participación de las mujeres al Producto Interior Bruto al 42,1% del total, mientras representan el 51,4% de la población en edad de trabajar. Si bien el coste de oportunidad es el menor porcentaje del PIB desde el 2008 cuando comienza el registro y la proporción alcanzaba el 23,6% con 261,8 millones de euros. 

A nivel general, el III Índice de ClosinGap concluye que con el ritmo de evolución de la brecha de género en España, no se alcanzará la paridad hasta 2056. Es decir, se necesitan 33 años más para que la igualdad entre hombres y mujeres sea una realidad en las cinco categorías que evalúa el estudio. "Estas cifras ponen de manifiesto que, a pesar de la mejoría respecto a la última edición, debemos continuar impulsando con idéntica ambición y perseverancia medidas sostenidas en el potencial femenino como palanca clave para el desarrollo económico", ha concluido Marieta Jiménez, presidenta de ClosinGap.