Avance de la Contabilidad Nacional

El consumo y las exportaciones aceleran el avance del PIB al 0,7% en el primer trimestre

La economía nacional creció un 2,4% en términos interanuales entre enero y marzo, un periodo en el que la inversión, especialmente en bienes de equipo y en vivienda, aumentó un 3,7% y un 3%, respectivamente

Carlos Cuerpo, ministro de Economía
Carlos Cuerpo, ministro de Economía
CONTACTO vía Europa Press

El efecto arrastre tras un cierre de 2023 mejor de lo previsto y el tirón del consumo y las exportaciones aceleraron el avance del PIB hasta el 0,7% entre enero y marzo en relación al trimestre previo. La economía nacional creció un 2,4% en términos interanuales, al mayor ritmo en un año, de acuerdo con el avance de los datos de la Contabilidad Nacional que ha publicado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Lo hizo en un contexto marcado por las dudas a nivel global a raíz de las crisis en Oriente Medio y Ucrania y con el Banco Central Europeo pendiente del estancamiento de la región y del comportamiento de los precios. 

Tanto la demanda nacional (consumo e inversión) como la externa aportaron de forma positiva al crecimiento. La primera lo hizo 2,2 puntos, mientras que la demanda externa contribuyó con 0,2 puntos al avance de la actividad. En un contexto marcado por la incertidumbre y por el encarecimiento de los costes de financiación destaca el empuje de la inversión, especialmente en bienes de equipo y en vivienda, con un crecimiento del 3,7% y del 3%, respectivamente entre enero y marzo. Esta variable mantenía una debilidad evidente desde la salida de la pandemia.

Durante el primer trimestre del año, el consumo de los hogares mantuvo el mismo ritmo de crecimiento que entre octubre y diciembre, puesto que se elevó un 0,3%, mientras que el gasto público se contrajo un 1%, en la que supone su primera tasa negativa trimestral en más de un año, desde el segundo trimestre de 2022.

Al mismo tiempo, el consumo de los hogares se habría visto impulsado por las ganancias de poder adquisitivo y la evolución del empleo; y las exportaciones aguantan el debilitamiento de las mayores economías de la Eurozona, que son nuestros principales socios comerciales. Todas las ramas de actividad presentan un crecimiento positivo en el arranque del año, destacando el crecimiento de la industria manufacturera, con un incremento del 2,2% en el trimestre.

"El buen comportamiento de la economía española durante el final del pasado año y el buen dato del primer trimestre nos sitúa en posición óptima para cumplir el objetivo de crecimiento previsto para 2024, del 2%", apuntan desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. La economía venía de crecer un 0,6% en el cuarto trimestre del año pasado, superando las expectativas y después de un ejercicio en el que la actividad se debilitó algo en el tercer trimestre, puesto que avanzó un 0,4% y venía de hacerlo un 0,5% tanto en el primero como en el segundo.

El PIB español creció un 2,5% en el conjunto del ejercicio, cinco veces más que la media de la Eurozona, en un contexto marcado por el alza de los tipos de interés -que se mantienen desde septiembre en máximos desde 2001-, por la debilidad de las dos mayores economías de la región y por las tensiones geopolíticas. Lo hizo gracias al tirón del consumo, tanto público como privado, pero con la inversión productiva muy tocada por el escenario de incertidumbre que encaran las empresas.

En el departamento que encabeza Carlos Cuerpo destacan cómo los datos que ha dado a conocer Estadística confirman ese crecimiento diferencial de la economía española respecto a los principales socios de la zona euro, que es especialmente relevante en el entorno internacional de elevada incertidumbre. 

Cascada de revisiones al alza y el ajuste pendiente

Distintos organismos a nivel nacional e internacional han mejorado recientemente sus previsiones para la economía española este año. El Fondo Monetario Internacional elevó al 1,9% su cálculo en el marco de su reunión de primavera. Situó, de hecho, al país como la economía más dinámica entre las grandes del mundo tanto este como el próximo ejercicio. Ese avance permitirá suavizar algo el ajuste necesario para poder cumplir con las reglas fiscales europeas, que han entrado en vigor este mismo martes.

El Fondo descarta que España vaya a ser capaz de situar su deuda pública por debajo del 104% del PIB lo que resta de década (el pasivo del conjunto de las Administraciones despidió el año pasado en el 107,7% del PIB) y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) cuantifica el ajuste necesario en unos 37.427 millones de euros entre 2025 y 2028. Es la cuantía que correspondería a la reducción de la ratio de deuda en 2,56 puntos que el organismo fiscalizador cree que habrá que llevar a cabo a lo largo de ese periodo y que requerirá, a su juicio, de nuevas medidas de consolidación si el Gobierno quiere cumplir con sus socios. 

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