La economía avanzó un 0,3%

El consumo privado tira del PIB el tercer trimestre pese al frenazo por los tipos

El gran retroceso entre junio y septiembre se ha producido en la inversión en construcción y vivienda, que cae más de dos puntos y apuntan a un parón del sector inmobiliario para finales del año que perdurará en 2024. 

Gráfico PIB
El consumo privado tira del PIB el tercer trimestre pese al frenazo por los tipos.
Nerea de Bilbao (Infografía)

El tirón del consumo privado en plena temporada alta estival permitió a España contener el golpe que está suponiendo para las grandes economías del euro el endurecimiento de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE) para contener la inflación y la incertidumbre generada por las tensiones geopolíticas. La economía española avanzó tres décimas entre julio y septiembre, dos décimas menos de lo que lo hizo el trimestre previo, impulsada por la demanda interna. La resiliencia del mercado de trabajo en ese periodo dio oxígeno a los hogares para mantener el gasto, que representa alrededor del 60% del PIB.

El avance del dato de Contabilidad Nacional que ha publicado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirma que por el lado de la oferta, los sectores que más contribuyen al crecimiento fueron la industria manufacturera -que tras la pandemia era uno de los sectores al que más le había costado recuperarse y había supuesto un factor diferencial en relación a otras grandes economías del euro- y los servicios. 

Frente a ello, el retroceso se ve este trimestre de forma clara en la inversión productiva (formación bruta de capital), que cae ocho décimas arrastrada por un vuelco total en el sector de la construcción y la vivienda, que de crecer un 3,5% en el trimestre anterior ha caído un 2,2 entre junio y septiembre, lo que indica una congelación total de la actividad en el sector inmobiliario a pesar de que la demanda de inmuebles sigue al alza y los precios todavía no ceden. Solo la inversión en bienes de equipo, de la mano de las infraestructuras y la reconversión de algunas industrias, tira de ese capítulo inversor en la formación del PIB. 

Si se hace la comparación interanual, en los últimos doce meses, el ritmo de crecimiento de la economía española es del 1,8%, con la previsión oficial de superar con creces los dos puntos a final de año. Pero en ese mismo dato de septiembre a septiembre se puede comprobar como todos los principales ratios del cuadro macroeconómico tienden claramente a la baja y apuntan ya a un parón claro para el ejercicio 2024. Curiosamente, es la inercia de la inversión acumulada en vivienda, que ahora se ha congelado, la que sostiene el dato a doce meses. 

La buena evolución de la demanda nacional en el tercer trimestre contrasta con el comportamiento que tuvo el sector exterior. Las exportaciones bajaron un 4% trimestral y las importaciones mostraron una contracción del 3,1%, ampliando así los retrocesos del 3,3% y del 2,1%, respectivamente, que registraron en el trimestre anterior.

La visión optimista del Gobierno

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital señalan que el avance del tercer trimestre confirma el crecimiento diferencial de la economía española respecto a los principales países de la zona euro y está en línea con las previsiones macroeconómicas incluidas en el Plan Presupuestario 2024 que fue remitido recientemente a la Comisión Europea.

Con esta conformación del patrón de crecimiento, es evidente que la economía española sigue siendo sustentada por la creación de empleo, que aguanta la falta de inversión y no frena el consumo de los hogares ante la subida de tipos. La propia Nadia Calviño así lo ha reconocido este mismo viernes al señalar que "entre julio y septiembre entraron 300.000 personas a buscar trabajo, 200.000 encontraron ese trabajo, y eso ha llevado a que tengamos 21.300.000 personas trabajando en nuestro país y 24.000.000 activas. Esto no ha sucedido nunca en la historia de España y es un cambio estructural que explica la fortaleza del consumo, la fortaleza de las inversiones y el que la economía sigue yendo buen ritmo en España".

Las bases imponibles crecen más que la economía

En los últimos siete años, que a nivel económico han estado marcados por los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, por los de la pandemia de Covid, la crisis energética y de precios o la invasión de Ucrania, las bases imponibles han crecido más en España que el PIB nominal o que la demanda interna, entre otras variables macro. Lo ha asegurado el secretario de Estado de Hacienda en funciones, Jesús Gascón, durante el acto de clausura del XXXIII Congreso Nacional de Inspectores de Hacienda del Estado

Han sido las bases imponibles, ha matizado el 'número dos' del ministerio que lidera María Jesús Montero, y no los ingresos, que sí que pueden verse condicionados por factores como las decisiones de política fiscal (subidas o rebajas de impuestos) o por la inflación, sin ir más lejos. Esto ha sido así tanto en los años buenos del ciclo como en los malos lo que, a su juicio, refleja el esfuerzo que están haciendo las administraciones tributarias en su labor, pero también, la mejora del cumplimiento voluntario de los contribuyentes, gracias al buen resultado de la información que se les está trasladando.

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