De cara a 2021

La UE no se cree la previsión de Calviño y dice que España solo crecerá un 5,4%

Bruselas augura que la economía española no se recuperará hasta el año 2022 y descuenta que el agujero en las cuentas públicas se hará permanente.

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Bruselas empeora al 12,4% la caída del PIB de España y ya es la mayor de la UE.
Cristina Alonso

Un día después de la enmienda a la totalidad del gobernador del Banco de España al proyecto de Presupuestos Generales del Estado del Gobierno para 2021, Bruselas ha arrojado un nuevo jarro de agua fría sobre las previsiones gubernamentales. Los técnicos de la Comisión Europea estiman que el crecimiento español será del 5,4% en 2021, muy lejos del 9,8% que defienden las previsiones oficiales. Es cierto que la Comisión ha decidido no incorporar el potencial impacto que los fondos europeos podría tener el próximo año sobre las expectativas económicas de los países, ante la evidencia de que todavía no existe un acuerdo entre los 27 para su aplicación práctica, pero también lo es que aún contabilizando que éstos aportaran los 2,5 puntos que de una forma muy optimista - según el consenso de los analistas- ha estimado el Ejecutivo el crecimiento de 2021 se quedaría en el 7,9%, cerca de dos puntos por debajo de la previsión oficial. Hablamos de más de 20.000 millones de euros de diferencia. Otro dato inquietante: en primavera Bruselas calculaba un rebote del 7,1% en 2021, así que ha empeorado su previsión en 1,7 puntos.

Fuentes del Gobierno han señalado que estas previsiones nacen obsoletas, ya que no tienen en cuenta el dato de avance del PIB del tercer trimestre publicado por el INE hace unos días, que reflejaba un crecimiento intertrimestral entre julio y septiembre del 16,7% del PIB y cuya trascendencia estadística es relevante ya que exigiría un desplome dramático de la economía en el último tramo del año para que se cumpliera la caída del 12,4% que Bruselas ha previsto para 2020 en el caso de España. Hay que aclarar que ese dato del INE es un avance y está sujeto a las variaciones que puedan introducir los nuevos datos que se recaben en las próximas semanas hasta que se publique el dato definitivo el 23 de diciembre.

La Comisión ha empeorado sus expectativas sobre la evolución de la economía española en lo que queda de año y espera ahora un desplome del PIB al cierre de 2020 del 12,4%, frente al 10,9% que contemplaba hace solo unos meses, lo que supone el peor dato de toda la Unión Europea. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, ha justificado esta foto más negativa para España respecto al resto de los socios europeos por las especificidades de la economía española, singularmente por su especial dependencia del sector turístico y también por la irrupción de los brotes de la segunda ola mucho antes que en otros puntos de Europa, lo que también ha obligado al país a adoptar medidas de contención antes que el resto de sus socios. "Todo ello ha influido en nuestras previsiones".

España será el único país del bloque con una contracción de su economía este año superior al 10%. La reducción del PIB será así superior a las de Italia (-9,9%), Croacia (-9,6%), Francia (-9,4) Portugal (-9,3%) o Grecia (-9%), los otros socios más afectados por la pandemia. La Comisión estima que la economía española experimentará repuntes en los dos años siguientes y se expandirá un 5,4% en 2021 y un 4,8% en 2022. Pasado ese periodo de tiempo, el PIB español será todavía un 3% inferior su nivel previo a la crisis.

Gentiloni ha subrayado que las previsiones de otoño de la Comisión también prevén una recuperación comparativamente mayor para España que para la media del resto de socios europeos en 2021 y 2022...pero esas expectativas son sensiblemente menos optimistas que las del Gobierno. Las discrepancias no sólo afectan al vigor de la recuperación económica en los próximos meses también se filtran a las previsiones sobre el comportamiento del mercado de trabajo. Mientras el Gobierno prevé que el pico de la tasa de paro se alcanzará este año 2020 y ya empezará a reducirse a partir del próximo año, los técnicos de la Comisión estiman por el contrario que la tasa de paro se disparará hasta el 17,9% en 2021 y aún cerrará 2022 por encima de la tasa con la que se cierre el año 2020. Bruselas entiende que la reactivación del empleo será mucho más tibia que la prevista por el Ejecutivo.

Hacia un 'problemón' con el déficit público

"Todos los organismos nos están diciendo que hay que gastar lo que sea necesario y eso es lo que estamos haciendo". Uno de los mantras con los que el Gobierno ha revestido su proyecto presupuestario de 2021 para dar por enterrados los tiempos en que se salía de las crisis a base de recortar el gasto público puede ser también la raíz de uno de los mayores problemas con los que puede tener que lidiar el país en los próximos años. Bruselas no da crédito a la senda de evolución del déficit dibujada por el Gobierno que prevé un desequilibrio de las cuentas públicas del 11,3% del PIB este año y una fuerte reducción del mismo - sin precedentes en España- hasta el 7,7% en 2021, casi más por el repliegue de las medidas de cobertura a la crisis sanitaria y por la evolución de la economía que por sus políticas económicas de fondo, que según ha revelado este jueves la Autoridad Fiscal añadirán como poco dos décimas de déficit a las ya castigadas cuentas nacionales.

El panorama que dibuja Bruselas es mucho más inquietante. El déficit público se irá este año hasta el 12,2% - unos 10.000 millones de euros más de lo previsto- para luego reducirse de forma más bien tibia en los próximos años, hasta el 9,6% en 2o21 y el 8,6%, en 2022. En otras palabras, que la reducción del desequilibrio de las cuentas públicas que el Gobierno descuenta para el año que viene, según Bruselas no se alcanzarán ni siquiera en los próximos años años. El asunto tendrá consecuencias sobre la deuda pública, que cerrará según los funcionarios de la Comisión este año en el 120,3% y crecerá después hasta el 122% en 2021 y el 123,9% en 2022. 

Un desplome "sin precedentes"

El Ejecutivo comunitario destaca en sus página sobre España que la pandemia de Covid-19 y las "estrictas" medidas de confinamiento condujeron a una reducción del PIB "sin precedentes" en el primer semestre del año, que se vio compensada en parte por un "fuerte rebote" en el sector industrial y los servicios en mayo y junio. 

Posteriormente, la reaparición de "numerosos brotes" en verano llevó a muchos países a exigir cuarentenas a ciudadanos que habían viajado a España, que se une a la reintroducción durante el otoño de nuevas medidas de distancia física. En consecuencia, el informe señala que el repunte de la actividad se "agotará" en el último trimestre de 2021. En el lado presupuestario, Bruselas espera un aumento "sustancial" del déficit público, hasta el 12,2%, debido tanto a una menor recaudación como a las medidas de estímulo par a "contrarrestar" el impacto de la pandemia, que las autoridades comunitarias estiman en un 1,3% del PIB.

Una vez superado este año, el desvío en las cuentas de las administraciones públicas se estrechará hasta el 9,6% a medida que rebota la economía, se van retirando "la mayoría" de las restricciones al movimiento y se suman "algunas fuentes de recaudación". El programa de avales públicos supone un "apoyo crucial", pero la Comisión advierte de que también constituye "un riesgo" para el futuro fiscal de España.

Las medidas han "amortiguado" la pérdida de empleo

El Ejecutivo comunitario ha subrayado en este contexto que la adecuación de los ERTE a la realidad de la pandemia y las ayudas a los autónomos por el cese de actividad han "amortiguado" el impacto sobre el empleo, pero no han evitado todos los despidos. "Estos programas han contribuido mucho para contener las pérdidas de empleo pero no las pueden evitar todas", apunta el informe. Así, la caída en la tasa de empleo empujará el paro en España hasta el 16,7% en 2020, un dato que seguirá ampliándose en 2021 a medida que se retiran las ayudas por ERTE.

Por su parte, los servicios económicos de la Comisión remarcan que el programa de avales públicos a través del ICO ha ayudado a las empresas a reparar su pérdida de ingresos durante estos meses. Esto no evitará, añaden, que la rentabilidad "deteriorada" de algunas compañías deriven en procedimientos de insolvencia.

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