El sector de la automoción afronta una metamorfosis acelerada para cumplir con la hoja de ruta verde trazada desde Bruselas, que tiene como objetivo final alcanzar una carretera 'cero' emisiones. La industria automotriz española afronta un desafío sin precedentes para reestructurar su cadena de valor y electrificar su producción, que conlleva la aparición de nuevos perfiles profesionales y la necesidad de una formación especializada que responda a las demandas emergentes del sector. De analizar este reto se ha encargado la Fundación Primero de Mayo, de Comisiones Obreras (CCOO).
El estudio 'Nuevos perfiles profesionales para una automoción eléctrica' que ha presentado la organización este jueves ante los medios pone en relieve que a medida que aumenta la demanda de vehículos eléctricos, también lo hace la necesidad de encontrar perfiles profesionales altamente especializados. El desarrollo de vehículos eléctricos y la red de infraestructura de recarga implica la colaboración de mano de obra cualificada en diversas disciplinas para abordar los aspectos eléctricos, mecánicos, de software y de sistemas que se engloban en este proceso industrial.
En esta coyuntura, los perfiles especializados en ingeniería encabezan la demanda de personal. Eléctrica, mecánica, química, de software o aeroespacial, son algunas de las especialidades en ingeniería más demandadas por las empresas de la industria automotriz. Otras especialidades como la ingeniería de datos o la ciberseguridad también tienen augurado un buen futuro en un sector cada vez más digitalizado.
Los autores del estudio reconocen a este periódico que es complicado cuantificar la demanda concreta de nuevo personal que requieren, a rasgos generales, las fábricas españolas para acompasar esta transformación y argumentan que será el volumen de producción de vehículos eléctricos el que marque el ritmo de contratación. Las mismas fuentes explican que en procesos como el ensamblaje, las empresas se enfrentan a una revolución cualitativa más que cuantitativa en la que los trabajadores tendrán que reciclarse y aprender nuevas habilidades.
Reclama apoyo para las pymes
En este escenario la fundación pone el foco sobre la importancia de readaptar los perfiles profesionales que ya trabajan en el sector a la nueva realidad. Las empresas que ya están envueltas en esta reindustrialización recurren a planes de formación y reubicación de trabajadores para minimizar el impacto sobre su empleo. El problema, según advierte este análisis, está cayendo sobre las empresas más pequeñas. Pues, tienen menos capacidad inversora para implementar estos planes y acceder a los mecanismos que podrían ayudarles.
Para dirimir este conflicto, la fundación insta a las administraciones a brindar más apoyo financiero a las pequeñas y medianas empresas que no tienen la estructura necesaria para implementar sus propios planes de formación de empresa. En esta línea, también reclama que se impulsen los planes dirigidos a las personas en situación de desempleo que quieran encontrar trabajo en el sector de la automoción.
Si algo se repite en este estudio es la palabra incertidumbre. El cambio de paradigma que supone la descarbonización de las carreteras abre un horizonte de decisiones políticas donde la certeza brilla por su ausencia. Decisiones como la que tome la Unión Europea sobre el fin de los motores de combustión, la extensión de la red de infraestructuras de recarga o unos hipotéticos aranceles europeos a los coches eléctricos importados desde China marcarán el devenir de una industria estratégica en la economía nacional.
