Modernización del sistema educativo

Las cuatro claves del futuro en la FP para frenar el paro y fomentar empleo

Hoy en día los técnicos profesionales tienen cada vez una mejor inserción en el mercado laboral que incluso, en muchos casos, supera la media de la tasa de empleo en la enseñanza universitaria.

Estudiantes de un ciclo formativo de FP en un laboratorio.
Estudiantes de un ciclo formativo de FP en un laboratorio.
©[Aldo Murillo] a través de Canva.com

Pablo Merchante es uno de los jóvenes que en los últimos años ha conseguido encontrar trabajo gracias a la Formación Profesional (FP). Actualmente tiene 26 años, ha estudiado el Grado Superior en Sonido para Audiovisuales y Espectáculos, y según dice "en la FP lo importante es que te conviertas en un buen profesional". Para Merchante, lo más atractivo de este ciclo fue que cada asignatura estuviese enfocada a que los alumnos fuesen resolutivos y agradece que les enseñasen otros conocimientos como luces o cámaras que le han servido en su día a día. De hecho, aunque realizó la carrera universitaria de Comunicación Audiovisual, las oportunidades laborales le han surgido a raíz del título como técnico audiovisual.

Fomentar el empleo y formar a profesionales cualificados es precisamente uno de los objetivos que tiene este tipo de enseñanza. Durante el curso 2020-2021 los módulos han recibido un 5,2% más de alumnos (934.204 estudiantes) que en el año anterior, según el último informe del Ministerio de Educación. No solo eso, también los grados más demandados están directamente relacionados con los sectores más en auge del mercado como administración y gestión, informática y comunicaciones o sanidad.

La ministra Isabel Celaá prepara una nueva Ley de Formación Profesional que pretende modernizar estos ciclos formativos. Aunque todavía no hay una fecha clara, se espera que llegue en el mes de junio. Además, la educación postobligatoria no universitaria tampoco ha quedado olvidada en el Plan 'España 2050' del Gobierno. Los expertos también han tenido en cuenta la oportunidad que ofrecen la FP para la recualificación de los profesionales que ya están en el mercado.

Las bases para que la Formación Profesional se convierta en una solución al desempleo pasa por considerarla como "una primera opción de educación y de empleo, y no como no una segunda oportunidad", cuenta Guadalupe Bragado -directora de Formación Profesional en el Centro de Estudios Profesionales CCC y excoordinadora de FP en la Comunidad de Madrid en el año 2015- a La Información.  

1. Adaptabilidad al mercado laboral

Gema Campos tiene 24 años y tras terminar bachillerato no le convencieron ninguna de las carreras universitarias disponibles. Finalmente optó por realizar el grado de Higienista Dental porque había leído que era una profesión que tenía muchas salidas laborales

"Por desgracia tuve que hacerlo en un centro concertado por la falta de plazas en la pública", explica. Este es otro de los problemas cada vez más frecuentes que pretende solventar la nueva ley con la creación de 200.000 nuevas plazas. 

Además, Campos se encontró con otro inconveniente cuando salió al mundo laboral: "Las empresas piden una amplia experiencia, mínimo de 2 o 3 años, pero las prácticas que haces son de tres meses así que, aunque hay opciones de empleo, están limitadas".

La discordancia entre empresas y centros es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector actualmente. "Estamos formando a muchos titulados pero no con el perfil que realmente se requiere. El objetivo es anticiparse a lo que buscan las empresas, sin embargo, aún hay ciclos que no han sido actualizados a pesar de que hayan pasado sucesivas reformas educativas", explica Bragado.

"Estamos formando a muchos titulados pero no con el perfil que realmente se requiere en el mercado laboral"

Además, cree que "la clave es contar con un equipo docente experto y que su vida profesional provenga precisamente de las empresas. Pero también que los estudiantes dispongan de un apoyo y orientación constante a través de tutores", destaca la experta. 

Tal y como ha anunciado este miércoles la ministra de Educación, Isabel Celaá, los docentes que no tengan título universitario se equipararán al resto de compañeros y podrán reincorporarse a las especialidades de Cocina, Peluquería o Mecánica. Hasta ahora era un requisito imprescindible para poder acceder a los puestos, pero la nueva ley no lo exigirá. "Necesitamos los talentos y el conocimiento de todos los docentes y formadores", ha comentado en el Congreso.

2. Menor duración de los cursos

La mayoría de ciclos tiene una duración de dos años, lo que permite adaptarse mejor a las necesidades de cada sector. Aunque, al igual que en las universidades, también permiten cursar dobles grados durante tres años para obtener dos titulaciones. "Si nos tomamos en serio la modernización de la FP y la integración de los sistemas de educación y empleo, crear nuevas titulaciones o cursos de especialización adaptados al mercado será mucho más ágil y flexible", asegura la directora de FP en el Centro de Estudios Profesionales CCC. 

Muchos centros educativos ofrecen la posibilidad de complementar los módulos con otros cursos adicionales y específicos que amplían la formación de los estudiantes. Además, este tipo de enseñanza también puede abrir las puertas a recualificar a muchos profesionales sin título con el objetivo de que acrediten su experiencia o conocimientos como ya se ha señalado en el plan 'España 2050'.

3. Competencias técnicas y 'soft skills'

Bragado considera que otra de las claves para éxito de la Formación Profesional reside en "capacitar a los alumnos para que tengan competencias profesionales y técnicas, pero también potenciar el talento y que desarrollen habilidades personales y comunicativas". 

Hoy en día las conocidas como 'soft skills' son muy demandadas por las empresas. Que un trabajador tenga compromiso, resiliencia, iniciativa, capacidad de innovar o trabajar en equipo vale tanto como otros conocimientos más específicos del sector.

Además, esto debe complementarse con los idiomas. La antigua directora de FP de la Comunidad de Madrid trabajó en incorporar el inglés técnico en los grados. Por este motivo cree que la nueva ley no debería olvidar el valor añadido que ofrecen otras lenguas y que podría abrir más puertas laborales a los estudiantes.

4. Mayor flexibilidad de aprendizaje

Hoy en día, especialmente por el impacto de la pandemia en el desarrollo de la digitalización, es cada vez más sencillo cursar estos módulos a distancia u online. Aunque los centros también apuestan por el método clásico presencial y otras fórmulas que combinen la teoría con la práctica.

La FP Dual se creó en 2015 para integrar a los alumnos de una forma más directa en las empresas. Aunque la mayoría de ciclos cuentan con prácticas curriculares, esta opción alterna la enseñanza en los centros educativos con los conocimientos impartidos en las compañías adheridas. 

Uno de los errores habituales es considerarlo una opción casi exclusiva para los jóvenes, pero lo cierto, tal y como apunta Bragado, es que "es una enseñanza muy flexible abierta a todas las edades, que también ofrece la oportunidad a las personas adultas para conciliar el trabajo con los estudios, o incluso, si están desempleados, permite que puedan encontrarlo obteniendo una especialización".

"Es una enseñanza muy flexible, abierta a todas las edades, que también ofrece la oportunidad a personas ya adultas"

La experta apunta que para que la Formación Profesional alcance los niveles europeos y contribuya a frenar las tasas de desempleo actuales, en torno al 15,3% según los datos del SEPE, es que los alumnos cuenten con una mayor orientación académica desde los centros educativos y otros medios para que conozcan estas enseñanzas profesionales.

Mostrar comentarios