Los precios de los bienes y servicios en las ciudades lujosas han aumentado un 13% en moneda local y un 6% medido en dólares durante este año, y Barcelona -la única ciudad española que figura en esta clasificación- ocupa el puesto 19 de la clasificación que elabora el banco suizo Julius Baer.
La región más cara para vivir con un estilo de vida alto es Asia por cuarto año consecutivo, ocupando las tres primeras posiciones Singapur, Shanghái y Hong Kong. Nueva York sube del onceavo puesto al quinto y Miami escala ocho posiciones hasta el décimo, situando a América como la segunda región más cara en la que vivir de manera lujosa.
La encuesta, que por primera vez incluye zonas geográficas como América del Norte, Singapur o Qatar, ha registrado el mayor movimiento de las ciudades incluidas en esta clasificación debido a la alta variabilidad de los precios y la inclusión de nuevas localizaciones.
Barcelona y Europa más asequibles para vivir en 2023
El ascenso de ciudades como Miami, Jakarta y Bombai ha provocado que Barcelona descienda posiciones, a pesar del crecimiento en los precios en bienes accesorios como bolsos de mano femeninos (21%), las cenas (18%) y bebidas alcohólicas como el whisky y el vino con subidas de hasta el 56%. Europa, Oriente Medio y África se han convertido por primera vez desde los inicios del estudio en la región más asequible para vivir "bien", ya que las principales ciudades analizadas como Londres o Zúrich han descendido al cuarto y al decimocuarto puesto, respectivamente.
Por ejemplo, la Ciudad Condal se sitúa como una de las más caras para estudiar un Máster en Administración de Empresas, empatada en el primer puesto con otras ciudades como Londres, París, Dubai o Zúrich. Otros de los bienes en los que Barcelona se sitúa como una de las ciudades más caras son joyería, tecnología, relojes y hoteles, aunque en la propiedad residencial se sitúa en la posición 19 de un total de 25 a pesar de ser la ciudad más cara de España en este aspecto.
Bebidas alcohólicas y coches de lujo son los que más suben
La subida en las materias primas, la energía, el combustible y la contratación de personal, sumada a una alta demanda que había estado reprimida durante la pandemia, ha sido la que ha provocado el creciente coste de vida para este tipo de consumidores, según Baer.
Los aumentos de precios más altos de manera generalizada se han observado en consumos de alta gama como bebidas alcohólicas, coches de lujo o servicios de hostelería debido al aumento de los viajes y el entretenimiento con productos como suites o cenas "elegantes".
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