"Si el barco se hunde seguiremos como submarino"

Bares cerrados por un solo contagio: la hostelería sigue en el punto de mira

No pocos hosteleros bajan la trapa para evitar la propagación de contagios cuando entre su plantilla hay un positivo. Basta con un caso para que antepongan la seguridad al negocio, aunque se hunda.

EFE
Cerrar un negocio por un solo contagio: la hostelería sigue en el punto de mira
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El 'Aponiente' de Ángel León en el Puerto de Santa María (Cádiz), tres estrellas Michelín, o el 'Puertalsol' de Alberto Chicote en Madrid... También más de una docena de bares en San Sebastián, algunos ubicados en plena Parte Vieja donostiarra, la catedral del 'pintxo'. O, por ejemplo, los cinco pequeños bares de la localidad de Bulnes (en Cabrales, Asturias), en el corazón de los Picos de Europa, que han decidido cerrar ante el positivo por Covid-19 de un camarero de uno de los establecimientos. 

No pocos hosteleros, pese a no estar obligados a ello, están cerrando sus establecimientos al público para evitar la propagación de contagios del coronavirus cuando entre su plantilla hay un infectado. Basta con que sea uno para anteponer la seguridad al negocio. Porque éste se hunde. La hostelería está en el punto de mira de la sociedad y las autoridades por los rebrotes de la pandemia pero el sector se defiende: "Nosotros no somos los culpables de los contagios", asegura.

En Bulnes, José Manuel Martínez Mier regenta el bar Casa Guillermina, uno de los establecimientos afectados por el cierre. Pide que "la Guardia Civil controle a los que vienen al pueblo, porque la gente sube en funicular sin mascarilla". Mientras, el alcalde del concejo de Cabrales, al que pertenece el pueblo de Bulnes, denuncia que "la gente pasa de las normas. No hace caso alguno". "Hoy, en Sotres, otra parroquia de la localidad, me han avisado de que llegaron al pueblo en autobuses más de 100 personas sin mascarilla. Es una falta de educación y de respeto enorme", cuenta José Sánchez, "los primeros perjudicados son los hosteleros que cerraron sus negocios y ya hubo gente que se quejó porque no podía tomar una cerveza al estar los bares cerrados".

También en San Sebastián varios bares, muchos ubicados la Parte Vieja, han cerrado sus puertas tras registrar casos de coronavirus entre su personal. El Departamento de Salud del Gobienro Vasco descarta que existan "brotes específicos" de la Covid-19 en ese barrio de la ciudad y asegura que son casos aislados que han propiciado que se intervenga. Algunos de los establecimientos han cerrado siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias, mientras que otros lo han hecho por "iniciativa propia", por precaución y "responsabilidad con sus trabajadores y clientes".

“Hola a todo el mundo, ¿qué queráis que os diga? Hemos tenido que cerrar debido a que ha habido tres casos (entre 60 empleados) en la plantilla. Dos de esos cason (son) asintomáticos y uno que ha estado un par de días con fiebre, pero ya está bien. Todos los demás hemos dado negativo y mi gente está bien, que es lo más importante. (...) Por responsabilidad hacia todos hemos parado el barco para, si Dios quiere, estar otra vez dando guerra la primera semana de septiembre. Si el barco se hunde lo convertimos en un submarino", explicaba estos días en las redes sociales el ‘chef del mar’, Ángel León, dueño del 'Aponiente'.

El televisivo Alberto Chicote también ha decidido cerrar su emblemático Puertalsol, en Madrid, después de que uno de los miembros de la plantilla diera positivo por Covid-19. Chicote había abierto el restaurante, ubicado en la Puerta del Sol, el pasado 2 de julio Apenas 41 días después, el 22 de agosto, ha vuelto a bajar el cierre por decisión propia. "Por desgracia, el uso continuo de mascarillas tanto en presencia de nuestros clientes como en todo momento, las desinfecciones diarias en diferentes momentos del día, el uso continuado de geles y el cumplimiento de las medidas de distanciamiento en la medida de lo posible, no nos ha librado de un desgraciado contagio", explica Chicote.

En el caso de los establecimientos hosteleros que se vean afectados por uno o varios positivos aislados, el Ministerio de Sanidad recomienda poner en cuarentena tanto al trabajador que ha dado positivo como a todos los que hayan estado en contacto con él, pero no exige el cierre completo del local. Así, desde Hostelería de España, la patronal del sector, subrayan que "los locales que deciden cerrar lo hacen por responsabilidad. Es cierto que, en algunos casos, la plantilla es tan pequeña que debe ponerse en cuarentena la totalidad de los empleados, pero en los protocolos no se especifica la obligación de hacerlo".

Ante esta situación, la organización empresarial que representa a 315.000 restaurantes, bares, cafeterías, pubs y alojamientos de todo el país, insta al Gobierno a "implementar medidas de carácter compensatorio, tanto sobre las empresas como el empleo, ante las situaciones de cierre o restricción total o parcial de la actividad que se están produciendo en distintos puntos de la geografía". La patronal hostelera advierte que "el grado de afectación de la actividad, la destrucción de empresas y empleo es máximo". Las circunstancias "limitativas de la actividad, las restricciones de movilidad y el miedo sanitario han puesto en situación crítica a todo un sector que englobaba 315.000 empresas y 1,7 millones de empleados antes de la crisis sanitaria. De hecho, prevemos que 65.000 negocios hosteleros van a desaparecer en 2020, mientras que la pérdida de empleo podría ser de entre 900.000 y 1,1 millones de puestos de trabajo, entre directos e indirectos.

A todo esto, ahora se suma la grave crisis económica derivada de la pandemia, que ha supuesto un desplome añadido del consumo de los hogares y empresas. La caída de la facturación anual del sector hostelero español se situará, según el propio sector, por encima del 50% en el conjunto de 2020, lo que supone una pérdida de hasta 67.000 millones de euros.

Ante los rebrotes, que han llevado a varios gobiernos autonómicos a decretar la limitación, e incluso el cierre, de actividades que afectan al sector hostelero, es "urgente la aplicación de medidas concretas de defensa del empleo, siempre que se produzcan situaciones de cierre o restricción total o parcial de la actividad". Por ello, los hosteleros solicitan que se revise el sistema de aplicación de medidas de apoyo al empleo, tanto para las personas trabajadoras como para los autónomos, y que se amplíe la protección al 100% en todas las empresas mientras dure el cierre.

Los cierres motivados por la Covid se expanden por todas las autonomías y regiones del país. Por ejemplo, en Plentzia (Bizkaia) también se han registrado hace unos días dos casos de cierres de establecimientos por un solo infectado. En el Hotel Boutique Bahía de Plentzia y en el Hotel y Restaurante Casa de Marinos. Ambos decidieron, sin que nadie les obligara, bajar la persiana con el fin de evitar riesgos. En el caso del primero, antiguo casino de la villa marinera, sólo se ha parado la actividad en la cafetería porque está separada de la zona de habitaciones. El otro, conocido popularmente como 'El hotelito', ha cerrado por completo. En ambos casos, sólo ha habido un infectado por local y la transmisión se ha producido por contactos externos. En el Bahía de Plentzia fue un trabajador contratado "de apoyo" para algunos días, mientras que en 'El hotelito' el virus afectó a una empleada de la limpieza. El resto de la plantilla no tiene síntomas en ninguno de los dos negocios. Pero ambos están cerrados a cal y canto desde mediados de mes. La Covid-19 viene con el cerrojo y tiene a la hostelería en su punto de mira.

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