Los empresarios se revuelven

La CEOE exige a Díaz que retire la ley del teletrabajo y deje pactar en las empresas

Los agentes sociales se reúnen hoy para abordar el proyecto de ley del Gobierno. La patronal rechaza regular el trabajo a distancia como un derecho y reclama que se rija por la negociación colectiva.

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La CEOE exige a Díaz que retire la ley del teletrabajo y deje pactar en las empresas
EFE

El Gobierno ha convocado a la patronal y los sindicatos para abordar la regulación del trabajo a distancia. Tras la firma del acuerdo por el que se sentaron las bases del diálogo social para la salida de esta crisis, toca ponerse manos a la obra y la primera gran cita en el calendario es este miércoles. Los empresarios acuden al encuentro con disposición de negociar, "desde la independencia y la lealtad institucional", pero no ocultan su malestar por un anteproyecto de ley cuyo contenido conocieron por la prensa y cuyo fondo no comparten. En este sentido, fuentes de la CEOE anuncian de antemano a La Información que van a pedir al Ministerio de Trabajo que retire su propuesta.

"La CEOE va a solicitar la retirada del anteproyecto de ley", informan desde la patronal fuentes que defienden que el texto elaborado por el equipo de la ministra Yolanda Díaz considera el teletrabajo como un derecho o una medida de conciliación y no como un sistema de organización del trabajo, que es lo que los empresarios entienden que debe constituir esta modalidad de desempeño de la actividad laboral no presencial. Las mismas fuentes añaden que por el calado de esta regulación, que tal y como está planteada negro sobre blanco va a afectar notablemente al desempeño de las empresas, debe regirse por el diálogo social y por la negociación colectiva y no imponerse desde el poder Ejecutivo. 

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se ha mostrado tajante a este respecto en una entrevista en 20minutos al afirmar que, aunque "el teletrabajo ha llegado para quedarse, como una herramienta muy interesante para las empresas y para la conciliación familiar, la organización del empleo la hace la empresa". El líder empresarial adelantaba así el posicionamiento de la patronal en la reunión que mantienen este miércoles con los sindicatos y el Ministerio de Trabajo al asegurar que el trabajo a distancia es "una herramienta que ayuda, pero en ningún caso como un derecho, porque en ese momento no se contratará". "Por eso hay que hablarlo en el marco del diálogo social y la negociación colectiva", zanjaba. 

Desde la patronal advierten, además, de que si se acaban imponiendo "condiciones imposibles" de cumplir para la implantación del teletrabajo, con criterios "poco atractivos" o "demasiado rígidos", muchas empresas optarán por contratar fuera de España. Aunque los empresarios ven el trabajo no presencial como una modalidad positiva para el planteamiento de conciliación familiar y como elemento de flexibilidad, avisan de que presenta importantes desventajas para las compañías como la falta de trato físico. "Si gestionamos una empresa sin el trato personal, la unidad de empresa se pierde", apuntaba recientemente Garamendi en una entrevista radiofónica.

Los aspectos más destacados del texto sobre la mesa del diálogo social tienen que ver con los gastos y los horarios. Se fija que "el desarrollo del trabajo a distancia deberá ser sufragado en su totalidad por la empresa, y no podrá suponer, en ningún caso, la asunción por parte de la persona trabajadora de gastos, directos o indirectos, relacionados con los equipos, herramientas y medios vinculados al desarrollo de su actividad laboral". Y se recoge el derecho al horario flexible: "La persona que desarrolla trabajo a distancia podrá alterar el horario de prestación de servicios establecido respetando la normativa sobre tiempo de trabajo y de descanso, salvo, en su caso, en cuanto a los tiempos de disponibilidad obligatoria o los límites que al respecto hubieran podido establecerse en el acuerdo de trabajo a distancia". 

El Gobierno pretende así regular una práctica que se ha convertido en cotidiana por la crisis sanitaria y que ha generado situaciones de abusos no aisladas en numerosas empresas, según han denunciado los sindicatos insistentemente durante estos meses. La patronal comparte que, junto con los expedientes de regulación temporal de empleo, la modalidad de trabajo no presencial ha sido imprescindible para mantener parte de la actividad económica durante el confinamiento, pero critica las "prisas" del Ministerio de Trabajo por poner en marcha la nueva regulación, que tras pasar por el trámite del diálogo social tiene que ser aprobada por el Consejo de Ministros para su posterior tramitación en el Congreso y en el Senado.

El propio Garamendi afeó a Pedro Sánchez las formas en las que el Gobierno ha activado los trámites para la aprobación de este anteproyecto de ley. Lo hizo durante la firma del acuerdo "por la reactivación económica y el empleo" en los jardines del Palacio de la Moncloa. En su intervención, el presidente de la CEOE pidió al líder del Ejecutivo que "se mantengan los cauces habituales del diálogo social", criticando haber conocido el contenido de esta norma por filtraciones a los medios de comunicación, y enfatizó que los proyectos de ley "no pueden ser para mañana" y debe darse tiempo a los agentes sociales a negociarlos de manera pausada.

Los sindicatos también comparten esta reclamación. Fuentes de la UGT critican que Díaz está actuando de manera precipitada con el teletrabajo y cuestionan que los proyectos de ley "no pueden ser de hoy para mañana". "No hay tiempo para la reflexión y lo que provoca esta inmediatez es que las normas nazcan cojas", zanjan. A su juicio, el texto planteado por el Ministerio debe mejorarse, porque "tiene rostro de mujer". Las fuentes consultadas explican que se señala a la mujer como "el gran objetivo del teletrabajo" por cuestiones derivadas de la conciliación y la lactancia y piden poder abordar una regulación tan "compleja" con más reposo.

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