La incorporación de los equipos de Comercio y el “momento dulce” que gozan las empresas y la economía española en el entorno internacional van a ser parte de las claves estratégicas del nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, para potenciar la imagen de nuestro país en el entorno internacional y recuperar su atractivo como foco de los grandes inversores. Una de las cuestiones que el nuevo titular de Economía conoce mejor son las reglas fiscales que se acaban de negociar en la UE, de las que ha sido uno de los protagonistas, y cuyo cumplimiento en materia de déficit y deuda es, a su juicio, una de las premisas que hay que guardar para que España no pierda la reputación internacional que ha acumulado en este semestre de presidencia europea de cara a los inversores globales.
La propia Calviño en su despedida ha destacado como el gran hecho diferencial de este Ministerio en comparación con el que ella misma heredó hace cinco años y medio, la integración, por fin, de las competencias de Comercio, que estaban hasta ahora en Industria junto a las de Turismo. El nuevo ministro, de claro carácter internacional como su predecesora, se ha marcado como reto la consolidación de la confianza en España de los fondos internacionales, sobre todo a la vista de las grandes necesidades de inversión que conlleva la transición verde y la transformación digital. Para “consolidar esa posición privilegiada” -en palabras del nuevo ministro-, la clave es que el país no se salga de la senda fiscal marcada para Europa, y mantenga el nivel reputacional que hasta ahora ha logrado en los encuentros y las reuniones internacionales.
Aunque el nuevo titular de Economía señalara medidas “de corazón”, como las tomadas para la inclusión financiera de los mayores o las personas con discapacidad, como las que más le han impactado en los tres años que lleva con Calviño en el Ministerio -se incorporó justo antes de la pandemia-, sabe que es la puesta en marcha de la fase final del plan de recuperación lo que va a marcar las políticas de su departamento en esta legislatura. En ese caso, el desbloqueo de los fondos europeos Next Generation, por un lado, y los hitos que hay que cumplir ante la UE para recibir los próximos pagos, por otro, serán una prioridad obligada en su departamento.
Será en este campo donde más se tendrá que fajar el nuevo titular de Economía en sus labores de coordinación con la vicepresidente primera, María Jesús Montero, dado que de su reforma fiscal dependerá la entrega del quinto de los pagos de los Fondos UE. Si Montero resuelve la reforma tributaria, de la que depende en gran medida la nueva financiación autonómica, será Carlos Cuerpo el encargado de negociar el pago y convencer en Bruselas. En esta etapa, ha cambiado el peso de las vicepresidencias y la primera se corresponde con Hacienda, no con Economía, de forma que la estrategia, siendo el mismo el objetivo, será distinta.
Pleno empleo
Durante su primera intervención en el traspaso de la cartera de ministro, el sucesor de Calviño recuperó el concepto de pleno empleo como gran objetivo de la política económica, que no había saltado a la palestra desde la campaña electoral. Ese es el carácter más “ambicioso” de su planteamiento básico que, a su entender, debe surgir del “plan de reformas sin parangón” que el país tiene en marcha de la mano de los fondos UE. Como método para llevarlo a cabo, Carlos Cuerpo se queda con un consejo de su vicepresidenta Calviño: “Rigor técnico en todo lo que hagas y guante de seda para ser capaz de llegar a acuerdos”.
Para el nuevo ministro de Economía, la gestión pública y el esfuerzo personal que debe hacer ahora como ministro es tanto un deber con las generaciones futuras -a las que habrá que descargar de la tremenda Deuda Pública que soporta la economía y que él mismo ha gestionado hasta ahora-, como con las generaciones que nos precedieron, gracias a cuyo esfuerzo ha avanzado el país hasta este momento.
