Pidieron continuar con las ayudas

Díaz busca cómo mantener a 100.000 personas en ERTE sin ayudas europeas

Los fondos SURE supusieron para España más de 20.000 millones de euros. Sin embargo, este año no podrá disponer de ellos -con aún muchos trabajadores en el limbo- y supondrá todo un reto para Trabajo.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz
Díaz busca cómo mantener a 100.000 personas en ERTE sin ayudas europeas.
Europa Press

Ayer, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, mostró su determinación por subir el salario mínimo interprofesional. Sin embargo, mientras Díaz centra sus preocupaciones en ese asunto, existe hoy en materia de trabajo un asunto aún más relevante: los empleados en ERTE alcanzan la cifra de 102.548. Un fenómeno que el pasado año se pudo mitigar con los fondos SURE -un instrumento de la Comisión Europea que sirve como "apoyo temporal para atenuar los riesgos de desempleo en una emergencia" y del que España recibió 21.324 millones de euros- y que fueron imprescindibles para mantener cientos de miles de puestos de trabajo. Sin embargo, nuestro país no va a poder hacer uso en 2022 de ese escudo con el que se defendió el año pasado.

Aunque el término 'ERTE' nos lleva a pensar en la microeconomía, este tiene un efecto importante, como suele ocurrir, en la macroeconomía y así se observa en el mercado de trabajo de muchos lugares de España -como las Islas Canarias y las Islas Baleares- donde más del 1% de los trabajadores se encuentran bajo este régimen especial. Además, España mostró su endeble situación macroeconómica cuando, en plena pandemia, solicitó la segunda cantidad más alta de este programa de la Comisión Europea, solo por detrás de Italia. Por otro lado, países como Francia o Alemania no solicitaron este préstamo.

A principios de febrero del año pasado, España ya había recibido la mitad del fondo 'SURE' (11.000 millones). Por esas fechas, el país se encontraba con 739.000 personas en ERTE. Tres meses después, el 26 de mayo, el Gobierno se hacía con los últimos 3.370 millones del fondo. Ocurría en un momento en el que tenía a 542.142 trabajadores en esa situación. Un día después de ese anuncio, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, afirmó que hasta septiembre de 2021, el coste global de los ERTE y de las prestaciones para autónomos iba a alcanzar los 21.000 millones. Un número que se quedaba a pocos cientos de millones de la ayuda inicial que otorgó Europa a España. A principios de enero, este periódico calculó el coste total que habían supuesto los ERTE al Estado: 25.900 millones de euros desde marzo de 2020. Una cantidad que se incrementará, teniendo en cuenta que se han prorrogado hasta el próximo 28 de febrero.

Este desajuste en las cuentas se apreció cuando en el último trimestre de 2021, España junto con otros cuatro países solicitaron que el fondo 'SURE' fuese "permanente". Así, el Ministerio de Trabajo defendió que iba a "dar una respuesta adecuada y sostenida a futuros desequilibrios socioeconómicos y su impacto en el empleo".

Sin embargo, fuentes del Ejecutivo defienden que se podrá hacer frente a ese coste por medio de la "constitución de un fondo (llamado Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo), adscrito al Ministerio de Trabajo y Economía Social" con el que aseguran que se financiará el nuevo mecanismo de ERTE. Sobre cómo lo harán, dicen que será por medio de "excedentes de ingresos que financian las prestaciones por desempleo en su nivel contributivo y asistencial, las aportaciones que se consignen en los Presupuestos Generales del Estado, las aportaciones procedentes de los instrumentos de financiación de la Unión Europea orientados al cumplimiento del objeto y fines del fondo, así como los rendimientos de cualquier naturaleza que genere el fondo". Sin embargo, de momento, todos son condicionales y no hay una cantidad concreta.

Este año será, sin duda, clave para conocer la situación real de la economía española. Una de las razones es porque esta no estará tan 'dopada' por las prestaciones o ayudas europeas, como lo ha estado en este último año. Hasta ahora, uno de las grandes bazas de las que ha presumido el Gobierno han sido los datos de desempleo, donde nunca se han tenido en cuenta las personas en ERTE, porque, como decía Díaz en abril de 2020, "los ERTE no son parados". Está ahora por ver qué ocurrirá y cómo se mantendrán los más de 100.000 trabajadores que siguen bajo estas condiciones.

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