"El 2020 fue un año para olvidar a nivel mundial… y hoy es evidente que se ha disparado la euforia de viajar", asegura a La Información Francisco Pérez, director general de Marina d'Or, la ciudad de vacaciones ubicada en el municipio castellonense de Oropesa del Mar y uno de los focos del turismo clásico de sol y playa, tanto para españoles como extranjeros, que reabre sus puertas el próximo 1 de junio, casi un año después de haber "recogido las velas" a causa del coronavirus. Aunque las expectativas del sector estén al alza, la situación viene lastrada por la crisis de la Covid, que el ejercicio pasado marcó un antes y un después empresarial y puso en jaque el concepto mismo de las vacaciones de verano.
A estas alturas es fácil hacer una radiografía del 'desastre' en la industria turística: los cierres perimetrales y las restricciones han dejado en sus casas a millones de turistas internacionales y nacionales, suponiendo pérdidas multimillonarias. A casi un año y medio del comienzo de la Covid, y camino del segundo 'verano pandémico', España busca fórmulas para resucitar el turismo tras el fin del estado de alarma.
De hecho, municipios y macrocomplejos turísticos españoles tratan de diseñar sus propios proyectos para captar visitantes. Es el caso, por ejemplo, de Benidorm, un destino turístico habitual que está preparando desde el mes de febrero la campaña de julio y agosto para registrar "un verano un poco mejor que el de 2020", dice a este periódico el alcalde de la ciudad, Antonio Pérez. Aunque le encantaría que estos meses las cifras aumenten y todo "regrese a la normalidad", desde el consistorio alicantino tienen claro que esta recuperación depende de que confluyan dos grandes factores: el turismo internacional y la vacunación.
"Hablamos de la 'doble vacunación': la sanitaria y la anímica", comenta Pérez, quien indica que ambas van de la mano porque "si alcanzamos la inmunidad de grupo, nosotros podemos ofrecer la felicidad de viajar, y estaremos contribuyendo a que las personas olviden pronto todo lo ocurrido", remata el regidor. Opinión que también comparten desde Marina d'Or cuando insisten en que el fin del estado de alarma en nuestro país es un paso más hacia la normalidad que pasa, fundamentalmente, por la inmunización masiva de la población.
El pistoletazo de salida
El primer fin de semana sin restricciones tras el fin del estado de alarma se cobró una docena de fallecidos en las carreteras entre los más de 3,6 millones de desplazamientos, es decir, un 37% más con respecto al fin de semana anterior del 7 al 9 de mayo, según datos proporcionados por la DGT. Los vuelos internacionales y nacionales también aumentaron, según las cifras facilitadas por Aena a La Información: entre el 14 y el 16 de mayo despegaron 7.967 vuelos comerciales, de los cuales 3.915 fueron nacionales y 3.152 destino en el extranjero: 621 operaciones más que la semana anterior.
El fin del estado de alarma, sin la apertura de locales de ocio nocturno, ha cocinado también los temidos botellones aunque el virus aún permanece vivo. El presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE), José Luis Yzuel, comenta que contempla la situación con tristeza y "cabreo, porque es difícil verlo y saber que no puede reabrir el ocio nocturno". El presidente de la patronal hostelera cree que el sector está arruinado y exige una solución: "Se nos ha expropiado el derecho a trabajar, necesitamos ya nuevas condiciones para dejar de ver estos botellones en las calles… Nosotros podemos trabajar con responsabilidad".
Con todo, Yzuel avisa de que ha cambiado radicalmente la actividad en las terrazas, ahora llenas de gente, y los desplazamientos. "Estamos en una línea ascendente y confiamos en que esto [la pandemia] va a quedar como un mal sueño". Al igual que los expertos, asegura que lo más importante para alcanzar 'la nueva normalidad' es continuar con la vacunación "por aire, mar y tierra".
El secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Ramón Estalella, estima que para verano se alcancen cifras de turismo nacional del 60 o 65% respecto a 2019, pero dado que el mercado español "solo cubre un 30% de las camas turísticas, será necesario el turismo extranjero para una mayor recuperación". Estalella cree que es "difícil" dar cifras exactas ya que dependen de numerosos factores y en especial del 'pasaporte verde'. De implementarse este último, desde la patronal hotelera aseguran que el turismo extranjero podría crecer hasta en un 70% respecto al año de la Covid: "Pero habrá que esperar", sentencian.
En Marina d'Or afirman que "los últimos ejercicios no pueden servirnos a efectos de crear ninguna proyección", dado que de lo que se trata es de ser prudentes y llegar al verano en las mejores condiciones: "Con un poquito de responsabilidad por parte de todos, creo que podemos tener unas buenas vacaciones", pronostica Francisco Pérez. El alcalde de Benidorm es más tajante: pide 'velocidad crucero' con las vacunas contra el virus y añade que no se pueden "criminalizar" los deseos de viajar ni la actividad turística en sí, porque "ya nos iremos recuperando".
En este escenario, Fitur, segunda feria de turismo más importante del mundo, arrancará este 19, 20, 21, 22 y 23 de mayo para impulsar un sector clave para la economía española. En Ifema, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentará el certificado digital verde que se podrá utilizar desde junio para viajar "de forma segura". "Pese a todas las dificultades con la que esta feria se está realizando, lo importante es llevarla a cabo", comenta Pérez, quien añade que este evento debe entenderse como un símbolo de recuperación y un punto de inflexión para todo el sector y "del que todos han de salir fortalecidos y preparados para un futuro esperanzador".
Este verano será, según fuentes del sector, 'de cal y arena'… donde las grandes empresas turísticas esperan, tras el inicio de la temporada estival, obtener mayores resultados que en la temporada pasada, el 'annus horribilis' que trajo como consecuencia una pandemia que sigue al rojo vivo con una incidencia de 147 casos y un porcentaje de vacunación completa de poco más del 15%. "Habrá que ir paso a paso... y ser pacientes", finaliza el alcalde de Benidorm.
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