Cuando un trabajador ve reducida o anulada su capacidad laboral como consecuencia de una lesión o enfermedad, puede solicitar la pensión por incapacidad permanente. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) es el encargado de decidir si se la reconoce o no y, para ello, tiene en cuenta varios factores. Incluso puede eliminar esta prestación social por el fallecimiento del beneficiario, suspenderla o extinguirla por revisión de la incapacidad declarada o por el reconocimiento de la pensión de jubilación al cumplir los requisitos para ello. No obstante, mientras se recibe, son muchos los beneficios que se pueden disfrutar.
El 1 de enero de 2023, entró en vigor la revalorización del 8,5% de las pensiones contributivas y, por ende, de la de incapacidad permanente, que reciben cerca de un millón de personas en España, de acuerdo con los datos del Gobierno de España a finales de 2022. De ahí que sus cuantías mínimas y máximas hayan experimentado diversos cambios, que varían en función de los cuatro grados de discapacidad que reconoce la Seguridad Social: parcial, total, absoluta y de gran invalidez.
Además, se ha de tener en cuenta que a esta prestación pueden acceder las personas incluidas en cualquier régimen de la Seguridad Social que reúnan las condiciones necesarias para ello, siempre y cuando un Tribunal Médico valide su incapacidad y, posteriormente, se les conceda la pensión.
Beneficios laborales de la incapacidad permanente
Pese a que, en un principio, es probable que quienes reciben una pensión de incapacidad permanente no logren ver la parte positiva de esto, lo cierto es que son muchas las ventajas laborales que se pueden disfrutar. La principal es que, en función del grado de incapacidad, se podrá cobrar la pensión y realizar otro trabajo, como ocurre con la parcial.
En el caso de la incapacidad total, esta es compatible con cualquier trabajo, excepto aquel que se llevaba a cabo. Es decir, no es posible volver a desempeñar la profesión por la que se generó la incapacidad. Por el contrario, si la incapacidad es absoluta o de gran invalidez, no es posible trabajar y cobrar la pensión al mismo tiempo.
Otro beneficio a nivel laboral es que a las personas con discapacidad se le reservan un número determinado de plazas en las convocatorias de empleo público. De igual forma, algunas empresas privadas con 50 o más empleados deben reservar un mínimo del 2%.
Beneficios fiscales de este tipo de pensión
En función de la unidad familiar, del grado de discapacidad del beneficiario o de si hay más miembros con incapacidad en la unidad familiar, quienes reciben la pensión de incapacidad permanente pueden solicitar diferentes tipos de ayudas y beneficios fiscales:
- Los pensionistas recibirán una bonificación de 3.000 euros en el IRPF. Por ello, deben computar por una renta personal o familiar de 8.500 euros.
- La reducción del IVA al 4% para la compra de un vehículo, que deberá usarlo personal con discapacidad. A su vez, se elimina el impuesto de matriculación de los automóviles si tiene menos de cuatro años y no se vende o traspasa durante los primeros cuatro años.
- Las personas con movilidad reducida están exentas de pagar el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica y el impuesto de circulación de vehículos.
- En la compra de viviendas de protección oficial, pueden beneficiarse de subvenciones en el préstamo hipotecario y de ayudas para pagar la entrada del inmueble.
- Tendrán precios reducidos en la adquisición de medicamentos recetados, y un mayor descuento en los tratamientos que deriven de una enfermedad crónica o de larga duración.
- Quienes necesiten recibir tratamiento o adquirir equipamiento para su discapacidad, como prótesis o sillas de ruedas, pueden solicitar una ayuda a la Seguridad Social, al Ayuntamiento local o a los centros de Atención al Ciudadano. La cuantía depende del grado de incapacidad, ingresos y unidad familiar.
Beneficios sociales de la pensión de incapacidad permanente
Además, con la pensión de incapacidad permanente se conceden descuentos y entradas gratis a diferentes instituciones públicas y empresas privadas. Toda la información sobre este asunto deben consultarla en el Ministerio de Cultura, o en la empresa que organiza el espectáculo.
También se puede acceder a becas especiales para cubrir gastos como el transporte, el material o los estudios. En función del tipo de incapacidad, es posible obtener un porcentaje determinado o la totalidad de la ayuda económica.
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