Tanto este como los próximos ejercicios

El BdE insta a supervisar la capacidad de España e Italia para digerir los fondos UE

La entidad capitaneada por Pablo Hernández De Cos señala que España tiene implementadas cerca del 60% de las reformas incluidas en el Plan de Recuperación, pero ha completado menos del 10% de las inversiones

Fachada Banco de España
El BdE insta a supervisar la capacidad de España e Italia para digerir los fondos UE
Europa Press

Italia y España son los dos principales receptores de fondos europeos Next Generation EU, en tanto que sus economías, muy expuestas al sector servicios, se vieron golpeadas con más virulencia que el resto por la pandemia de Covid-19. El país transalpino accederá a un total de 191.500 millones de euros entre subvenciones y créditos blandos y España a unos 140.000 millones de euros (cerca de la mitad, 69.500 millones, en forma de transferencias directas). Sin embargo, la llegada de estos ansiados desembolsos se está topando de bruces con problemas en la gestión y esto sucede en los dos países mediterráneos, pero también en otros, según advierte el Banco de España (BdE).

Ante ese tapón burocrático y los cuellos de botella que se están registrando en las inversiones, la entidad capitaneada por Pablo Hernández de Cos ve esencial que se supervise la capacidad de digerir esos recursos tanto este ejercicio como los siguientes. Sobre todo, por la enorme repercusión que se prevé vayan a tener en sus respectivas economías. "Dados los elevados importes de inversión previstos para 2023-2026, especialmente en Italia y España, sería fundamental supervisar la capacidad de absorción en 2023 y años posteriores, teniendo en cuenta también el importante impacto previsto en las perspectivas macroeconómicas de estos países".

El regulador deja claro en su artículo que la mayoría de los pagos aprobados hasta la fecha están asociados a la introducción de reformas vinculadas a cambios legislativos, que por lo general son más fáciles de  poner en marcha que las inversiones. "Un claro ejemplo es España, con cerca del 60% de las reformas implementadas, mientras que las inversiones completadas no llegan al 10%", apunta. Además, hace hincapié en que el plazo para cumplir los objetivos que se han ido comprometiendo con la Comisión Europea y para recibir, con ello, los últimos fondos termina en 2026.

De hecho, España y el resto de beneficiarios podrán hacer la última petición a lo largo del primer semestre de ese año, momento en el que tendría que haber cumplido todas las reformas e inversiones que incluye el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. A la entidad le inquieta que el patrón de revisión a la baja que muestra la absorción de fondos apunta a "riesgos significativos" de que los objetivos de inversión del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) "no se cumplan plenamente" en la fecha fijada para ello.

Otros toques de atención similares

El pasado mes de julio fue la agencia de calificación Standard & Poor’s la que advirtió de que tanto Italia como España podrían necesitar más tiempo del previsto inicialmente (el año 2026) para poder ejecutar los fondos europeos. "Parece cada vez más probable que estos países, así como otros gobiernos que están beneficiándose de importantes ayudas de la UE, pidan una prórroga para llevar a cabo unos proyectos de inversiones complejos que responden a los objetivos climáticos, la digitalización y la cohesión social", apuntaba en un informe.

Se da la circunstancia de que este proceso coincide con un momento de incertidumbre política a nivel interno por el difícil encaje del puzle parlamentario que dejaron las elecciones del 23 de julio. Los dos principales partidos, PSOE y PP, trabajan a pleno rendimiento para tratar de alcanzar un pacto de investidura y poder formar Gobierno, pero el proceso lleva sus tiempos y cada vez más voces -dentro y fuera del Ejecutivo en funciones- dan prácticamente por hecho que habrá prórroga de los Presupuestos Generales del Estado en 2024. Hace solo unos días, la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, aseguraba que, aunque ese escenario se produzca, España podrá seguir canalizando los fondos europeos.

Bruselas cree que ha habido muchos avances durante el verano

De momento, el miércoles concluía el plazo 'extra' que Bruselas se había dado para validar la adenda al Plan de Recuperación, con la que España pretende desbloquear los 10.000 millones del cuarto desembolso de los NGEU y optar, además, a los 84.000 millones en préstamos que también le corresponden y a 2.600 millones más del mecanismo REpowerEU. Desde Bruselas, la propia Calviño confirmaba que las autoridades comunitarias y el Ejecutivo español en funciones esperan cerrar los "flecos pendientes de forma inminente". 

Fuentes de la Comisión Europea confirman a 'La Información' que se ha avanzado mucho durante el verano y que se están manteniendo conversaciones constructivas con las autoridades con vistas a finalizar la evaluación lo antes posible. "Comunicaremos la conclusión de nuestra evaluación del plan revisado tan pronto como lleguemos a esa etapa", señalan. De este modo España podrá acceder a la segunda fase del plan y, una vez cuente con ese visto bueno, Economía pretende solicitar ese cuarto pago de las ayudas directas.

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