Ya estaba prevista para 2021

El BBVA rebaja la euforia con la vacuna y apunta que las dudas y el parón siguen

El economista jefe para España de BBVA Research, Rafael Domenech, pide cautela sobre unos anuncios que todavía son parciales y se pregunta si la población retomará su actividad y decisiones pese a la cura.

Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico para España de BBVA Research
Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico para España de BBVA Research.
EP

El economista jefe para España de BBVA Research, Rafael Domenech, no observa, "hoy por hoy, ninguna razón" para variar las previsiones de evolución de la economía española en 2021 a pesar del reciente anuncio de la vacuna de Pfizer del coronavirus, ya que existen diversas "incertidumbres" a su alrededor. Es más, explica que en octubre se presentaron unas previsiones de crecimiento para España del 6% en 2021 -tras una caída del 11,5% de 2020- con unos supuestos macroeconómicos de que las vacunas estarían en el primer semestre del próximo año. Por ello, considera que la única "sorpresa parcial" en el anuncio de Pfizer es "el grado de efectividad", aunque avisa de que su despliegue masivo "va a llevar un tiempo".

Y es que opina que "hay que tener mucha cautela", además de que próximamente se verán "otros anuncios similares de otras farmacéuticas". De hecho, antes de ese despliegue de vacunas se deberá "aplanar la curva de contagios" de la segunda ola. "Probablemente aplanemos esta segunda ola y antes de la vacunación masiva veamos una tercera o cuarta ola", sostiene. Por ello, cree que hay que "gestionar todavía bien el corto plazo". "Evitar restricciones de actividad van a marcar tanto o más que la vacuna las previsiones de crecimiento", agrega.

Además, y según observa en una entrevista con Europa Press, es "prematuro" hacer un análisis en función del anuncio de Pfizer, puesto que "tienen que salir todos los estudios", por lo que el proceso de puesta en marcha, "por muy rápido que vaya, llevará algún tiempo", dado que hay una capacidad "limitada" de producción y reparto. "Lo estamos viendo en la campaña de la gripe de este año", avisa. Por todo ello, no cree que "cambie tanto el escenario macro" porque "seguirá habiendo bastantes incertidumbres". "¿Alguien con la vacuna se va a sentir inmune? ¿Va a seguir llevando la misma vida que antes?", se pregunta. "Están por ver" diferentes "aspectos psicológicos y conducta de la sociedad".

Esta semana, Rafael Domenech participó en las V Jornadas de Auditoría y Contabilidad -organizadas por el Consello Galego de Economistas y la delegación de Galicia del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España- con una ponencia sobre la 'Situación actual de la economía y perspectivas de evolución futura'. Sobre esas perspectivas, considera que será "importante" si a lo largo del primer semestre de 2021 "la mayor parte de la población en economías avanzadas" queda inmunizada, pero habrá que ver cuántas personas "retoman la actividad habitual", "cuánto es permanente y cuánto es transitorio".

Pone ejemplos sobre las incógnitas que están abiertas "en qué medida se va a volver a viajar como lo hacían antes". También se refiere a que recuperar los patrones de consumo y producción "va a llevar un tiempo". Junto a esto, pone en valor que una de las "ventajas" de pertenecer a la UE será que la distribución de la vacuna "va a ser bastante uniforme", con cientos de millones de dosis compradas por las instituciones europeas que se van a "repartir por criterios objetivos", por lo que no espera que vaya a haber "grandes diferencias" entre países.

"En cualquier caso lo iremos viendo durante los próximos meses porque todavía hay muchas incertidumbres", insiste. Más allá de esto, apunta como "buenas noticias la respuesta positiva de los mercados ante los avances de las vacunas para "aquellos sectores más castigados", "todo lo relacionado con consumo social" que se ve afectado por las restricciones como movilidad y limitaciones de aforo.

Por otra parte, llama a abordar una serie de reformas estructurales que "el país tiene que emprender", a la vez que recuerda que el acceso a fondos europeos de recuperación "lleva unas condiciones de entrada que hay que satisfacer". Algunas de las principales lagunas que observa pasan por "hacer que el mercado de trabajo sea más eficiente, más equitativo", a través de una mejora de las políticas activas, planes de formación, unido a la reducción del abandono escolar o la mejora de la FP, entre otras. En lo tocante a una futura reforma fiscal, aboga por que el país necesita una "hoja de ruta clara en materia de sostenibilidad presupuestaria" y en ella "no sobra nada".

Pese a que opina que "siempre" se va a poder racionalizar el gasto público y mejorar la estructura fiscal para "recaudar más", advierte de que: "No nos olvidemos de que lo más importante es crecer, crear empleo, inversión y aumentar la productividad", expone. A este respecto, pone el foco sobre la tasa de desempleo estructural que padece España, que se sitúa de promedio en el 16,9% entre 1980 y 2019. Reducir esos "9 o 10 puntos más" de desempleo estructural existente en España respecto a "países similares en la UE" supondría conseguir varios puntos más de PIB, lo que "marca la diferencia" en la efectividad de las ayudas europeas a medio y largo plazo.

También apuesta por una "recomendación muy clara" de la Comisión Europea para garantizar un mercado único con un clima de negocios "relativamente amigable", en el que se eliminen trabas burocráticas y haya costes "reducidos" para que empresas se puedan establecer, sin que se produzca una "complejidad regulatoria" diferente entre comunidades.

Y es que pide actuar en esta cuestiones para conseguir un "efecto multiplicador" de los fondos europeos, puesto que "cada euro invertido que venga de Europa va a tener más efecto cuanto se avancen en estas reformas estructurales".

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