Sitúa el IPC en el 3,2%

El BdE mejora las previsiones de Sánchez con el PIB en el 2,3% y menos inflación

El Banco de España explica, además, que entre abril y junio el dinamismo de la actividad se habría acelerado al menos una décima y estima que el PIB crecerá alrededor del 0,6% en relación al trimestre anterior

De Cos prevé un impacto "suave" de la crisis bancaria de EEUU en la Eurozona.
De Cos prevé un impacto "suave" de la crisis bancaria de EEUU en la Eurozona.
Europa Press

El Banco de España (BdE) ha mejorado de forma notable las perspectivas de la economía española para este año, en un contexto marcado por las subidas de los tipos de interés y el endurecimiento de las condiciones de financiación, y en el que el país se encamina a la convocatoria de unas nuevas elecciones generales el próximo 23 de julio. El organismo prevé que el PIB avance un 2,3% este año, siete decimas por encima de lo que había calculado en marzo y dos más de lo que contempla el Gobierno en su último cuadro macro, gracias al tirón que viene registrando la actividad en lo que va de ejercicio y a las sucesivas revisiones de los datos en Contabilidad Nacional, es decir, por el efecto arrastre. De cara al año que viene el país avanzará al 2,2%, una décima menos de lo previsto, mientras que la entidad mantiene el cálculo de 2025 en el 2,1%.

Este mayor crecimiento al que el regulador se refiere en las proyecciones que acompañan a su Informe Trimestral de la economía española vendría acompañado de una moderación más intensa de los precios. El BdE estima que la tasa anual de inflación se situará de media en el 3,2% este ejercicio (cinco décimas por debajo de lo que tenía previsto en marzo y muy por debajo del 8,4% al que despidió el año pasado) y mantiene las de 2024 y 2025 en el 3,6 y el 1,8%, respectivamente. La reversión de las medidas desplegadas por las autoridades para hacer frente a la crisis energética será lo que explique el repunte de la cesta de la compra el año que viene.

El IPC presionará menos al bolsillo de los consumidores gracias a que los precios de la energía se desacelerarán con más fuerza y a que se moderarán también, aunque "en menor medida", los de los alimentos. Calculan, así, que en el conjunto del año estos productos seguirán encareciéndose un 11,3% (unas décimas menos de lo que estimaban en marzo). Con todo, el organismo que capitanea Pablo Hernández de Cos explica que pese a que los supuestos referidos al coste de las materias primas son ahora algo más favorables para el crecimiento, este efecto se compensa "con un impacto más negativo sobre la actividad del endurecimiento de las condiciones de financiación" que el que había incorporado en el informe publicado en marzo. 

La actividad se acelera entre abril y junio

En un contexto en el que el grado de incertidumbre continúa siendo elevado, los riesgos en torno a las proyecciones de crecimiento están orientados "fundamentalmente a la baja", mientras que, en el caso de la inflación los consideran equilibrados. La entidad explica, además, que entre abril y junio el dinamismo de la actividad económica se habría acelerado ligeramente. En concreto, estima, con todas las cautelas por lo incompleto de la información disponible, que el crecimiento intertrimestral del PIB podría situarse en el entorno del 0,6%, por lo que se avanzaría una décima más que el anterior.

El BdE cita, en concreto cómo en su reciente encuesta sobre la Actividad Empresarial (EBAE) las empresas aprecian una mejoría en la evolución de su facturación en el trimestre en curso en comparación con el previo. Asimismo, en el promedio de abril y mayo, tanto el crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social como los indicadores de confianza de empresas y hogares alcanzaron niveles superiores a los registrados en los tres primeros meses del año. Con todo, su director de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, ha incidido en que el trimestre "ha ido de menos a más" y en las últimas semanas se percibe una desaceleración el algunos indicadores.

La expansión de la actividad desde enero obedece, en su opinión, a factores como el abaratamiento adicional del gas -y, como consecuencia de ello, también de la electricidad-, a la positiva evolución económica global, a los avances en la resolución de los cuellos de botella en los procesos de producción, la estabilización de los mercados financieros tras el episodio de turbulencias de marzo, y al elevado dinamismo de los servicios vinculados a las actividades turísticas y de mayor exposición social (en contraste con la debilidad de la industria). Además, el sector público también habría continuado actuando como un "soporte adicional".

Asuntos Económicos destaca la mejora de déficit, deuda y paro

No obstante, el Banco de España incide en que la información referida al tramo final del segundo trimestre resulta compatible con una cierta moderación de la actividad. Así, por ejemplo, aunque los indicadores de confianza y de afiliación a la Seguridad Social disponibles apuntan a que entre abril y junio la actividad ha mostrado mayor dinamismo que en el primer trimestre, los datos de mayo son algo menos positivos que los de abril. También se han detectado señales similares de pérdida reciente de vigor a escala global, especialmente en lo que respecta a la economía china y a la del área del euro. Esta última, de hecho, entró en recesión técnica en el primer trimestre del año tras retroceder un 0,1%.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos ponen en valor el hecho de que el BdE apunte a que este año España cumplirá "holgadamente" sus objetivos fiscales por cuarto ejercicio consecutivo. Frente al informe anterior, destacan, se revisan las previsiones fiscales a la baja para 2023, presentando unas estimaciones de déficit y deuda incluso más positivas que las estimadas por el propio Ejecutivo. Concretamente, el Banco de España estima que el déficit público se situaría en el -3,8% y la deuda pública se encontraría ya por debajo del 110%, en 2023. Además, destacan el hecho de que el regulador revise a la baja su previsión de paro ante la positiva marcha del mercado laboral, situándola en el entorno del 12%, y que reduzca aún más su estimación de desempleo para 2025 (11,3%), siete décimas menos que en su previsión anterior.

Mostrar comentarios