Los últimos datos registrados muestran que las bajas laborales por enfermedad común entre enero y agosto reflejan un total de 170 millones de días de baja por parte de los trabajadores, las cuales son equivalentes a una jornada anual de un total de 709.000 asalariados, representando al 4% del régimen general de la Seguridad Social según un informa de Asepeyo.
El Observatorio de contingencias comunes, elaborado a partir de datos propios por parte de Asepeyo y de la Seguridad Social, destaca que en el periodo analizado se iniciaron casi 4,4 millones de bajas con una duración de 38,74 días de una media. En términos mensuales, estas cifras reflejan un total de 548.845 bajas iniciadas cada mes, siguiendo un crecimiento interanual del 28,9% que el director territorial de Asepeyo, Constantino Perea, considera acorde respecto a la mejora de la actividad económica.
Perea también explicó que el absentismo suele acompañar al ciclo económico, de forma que crece en momentos de bonanza mientras que cuando entra la recesión suele caer, como en 2020, año de la pandemia en el que las bajas por enfermedad común cedieron el 21,6 %. Sin embargo, las bajas por covid-19 se contabilizaron como accidentes de trabajo a efectos de la prestación. Cabe destacar que el incremento de las bajas hasta agosto de este año es muy superior a la que se registró en otros períodos de recuperación. Concretamente, hemos pasado de un 15,6% en 2019 y un 16,5% en 2021 hasta un 28.9% durante el último ciclo de 2022.
Navarra y Cataluña son las comunidades autónomas con mayor incidencia dentro de estas medias mensuales con 49,68 y 44,54 bajas por cada mil trabajadores, mientras que Extremadura se sitúa en el otro extremo con 19,25 casos por cada mil trabajadores. Sin embargo, en las comunidades con menos bajas la incapacidad tiene una duración mayor, con 64,50 días de media en Extremadura, frente a los 25,97 días en Navarra, cuestión que tiene que ver con el tipo de actividad, la edad media del trabajador y las listas de espera para especialistas, entre otros factores.
Las bajas psiquiátricas son las más frecuentes
Las bajas por motivos psiquiátricos son las que más incidencia han mostrado en un total del 10,04% de los casos. Además, también son las que más persisten ya que la media de baja provocada por estas patologías superan los 113,10 días, superando a los dolores lumbares que afectaron al 9,28% de los casos registrados y hasta la pandemia, era la mayor causa que afectaba al alza de estos registros.
Hay que destacar la subida de la gripe y las enfermedades transmitidas por vía aérea, que son un 4% más frecuentes que en 2021 debido a la eliminación de las mascarillas, no obstante duran mucho menos con una media de 7,60 días en los casos recogidos. Por el otro lado, las patologías asociadas al sistema musculoesquelético en su totalidad han reflejado una suma del 28,64% de las bajas con una media que oscila entre los 69 y 98 días.
Los servicios auxiliares son el sector más afectado
La mayor incidencia se registra en las actividades administrativas y los servicios auxiliares, con 29.810 casos por cada 100.000 trabajadores, según los datos de Asepeyo, que destaca que en este ámbito se incluyen las empresas de limpieza, seguridad o mantenimiento, donde las edades son más avanzadas y la actividad física es importante.
A este dato le sigue la incidencia de la baja por enfermedad común es para las actividades sanitarias y de servicios sociales, con 27.823 casos por cada 100.000 trabajadores. En sentido contrario, destacan la construcción y la hostelería con el menor número de casos con un total de 16.271 y 19.677 por cada 100.000 trabajadores respectivamente,. Aunque Perea recuerda que son sectores donde tienen una mayor incidencia los accidentes laborales.
El 3% de los afiliados reflejan el 22% de las bajas
El 3 % de los trabajadores afiliados al régimen general acumulan el 22 % de todas las bajas, con dos o más bajas por cada empleado. Perea asegura que el 85 % de estas bajas son de corta duración, lo que permite intuir problemáticas personales o laborales en muchos de esos casos, que según Perea "podrían solucionarse con una mayor comunicación entre empresa y trabajador".
El perfil más común es el de una persona de 31 a 50 años, con antigüedad en la empresa inferior a 3 años, con una baja de corta duración que se suele iniciar a principios de semana. El dato positivo a destacar es que el 83 % de los trabajadores no ha tenido ninguna baja, una tasa que se suele mantener entre el 80 y 85 % de los afiliados.
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