El gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso dará a conocer en septiembre sus planes de futuro para el polémico Hospital de Emergencias Isabel Zendal, construido en plena crisis del coronavirus y cuya utilización ha sido prácticamente residual desde su inicio. Así lo confirman fuentes de la Consejería de Sanidad a este medio, quienes explican que "todo lo relativo al Zendal y su futuro se despejará a lo largo del mes de septiembre. Hay varios proyectos que se están llevando a cabo, pero hasta la vuelta del verano no se comunicarán las pautas para usar ese espacio".
A principios del presente año, la Comunidad de Madrid desveló su intención de que el Zendal asumiera parte de los servicios que hoy presta el hospital de La Paz, que se someterá a una reforma integral durante la próxima década para adaptarlo a los nuevos tiempos y tras seis décadas en servicio ininterrumpido. La obra, valorada en más de 500 millones de euros, no ha comenzado, aunque en el centro se han ejecutado varias obras de rehabilitación en los últimos tiempos que se integrarán en el diseño definitivo.
Desde el mes de enero, la Consejería de Sanidad ha ido sacando a concurso una serie de contratos que confirman sus intenciones de llevar a cabo el traslado, todavía sin fecha conocida. El más significativo es un contrato menor para desarrollar una serie de infografías con las que explicar las actuaciones a acometer en el Zendal y su "adecuación de espacios para los traslados del hospital La Paz como consecuencia de su reforma integral".
Requiere de cambios legales
Pero para llevarlo a cabo, la Comunidad de Madrid deberá dar visto bueno a un cambio de normativa legal que acabe con la obligación de disponer de luz natural en las habitaciones, algo imposible de cumplir en la actualidad dado el diseño industrial del Zendal. Según la información disponible en el portal de transparencia regional, no se ha avanzado en la tramitación del borrador de la orden desvelada por El País, un hito necesario para convertir en realidad el traslado.
Mientras tanto, la dirección médica de la región madrileña ha formalizado la adscripción del Isabel Zendal a La Paz, convirtiéndolo de facto en su sede subsidiaria a efectos de contratación de suministros o de la operativa contable. El primer gran hospital de España también tiene integrados bajo su gestión a los recintos sanitarios de Cantoblanco y Carlos III, ambos en el distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo.
El Zendal tendrá quirófanos
El espacio creado durante la pandemia para atender los casos más graves de Covid ha sido duramente criticado por sus continuos incrementos de costes y por contar con unas instalaciones poco útiles para la práctica hospitalaria. Una de las reclamaciones habituales ha sido la falta de quirófanos para realizar operaciones sencillas, instalaciones que el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso aseguró que se instalarían a posteriori.
La Consejería de Sanidad dio a conocer a principios de 2022 que el futuro del hospital de emergencias pasaban por ubicar en su interior seis salas de operaciones y reforzar los espacios dedicados a farmacia o laboratorio, aunque en febrero de 2023 todavía seguían sin estar instalados, según desveló a Telemadrid el entonces Viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Fernando Prados. Según se desprende de algunos de los últimos contratos licitados por el Servicio Madrileño de Salud, el Zendal tiene previsto comenzar a realizar intervenciones quirúrgicas en los próximos meses, sin dar previsiones del mismo.
Instalaciones a medio rematar
En julio de 2022, la Consejería de Sanidad optó por instalar en el recinto del Zendal la coordinación de las urgencias del Servicio de Urgencia Médica (SUMMA), que hasta entonces estaba situada en las instalaciones de la central de emergencias Madrid 112. El gobierno de Ayuso achaca la decisión a que, pese a disponer de capacidad de gestión en su anterior localización, "estaba limitada a un número de puestos concretos en el operativo".
De esta forma, dividió el 'cerebro' de la red de emergencias médicas en dos espacios, con el objetivo de "dar respuesta a una situación de emergencia crítica" y "disponer de dos ubicaciones geográficamente distanciadas para que, desde cualquiera de ellas, se pueda dar una respuesta óptima al paciente", según expresan en los contratos. La nueva ubicación no cuenta con un sistema de visualización por vídeo, algo que ha obligado a la Comunidad a invertir otro medio millón de euros en su instalación.
Múltiples usos, poca utilización
Desde que se inaugurara el 1 de diciembre de 2020, el Hospital Isabel Zendal ha servido de espacio de media estancia y rehabilitación para pacientes con Covid y se convirtió en gran centro de vacunación. En septiembre de 2021, el Gobierno de Ayuso decidió convertirlo en un centro de cuidados post-hospitalarios, complementado ocho meses después con una "Unidad de Rehabilitación Funcional" para pacientes con secuelas graves tras superar una fase critica. En todo 2022 dio servicio a 1.163 personas, según desveló Newtral, frente a los 9.000 del año anterior.
En enero de 2023 se anunció la reapertura del centro para "atender los picos asistenciales por la gripe y otras enfermedades respiratorias" después de que otros hospitales de la red madrileña se vieran desbordados durante el invierno. Desde su inicio también integró el Instituto de Medicina Legal como 'morgue' y meses después recibió el Laboratorio Regional de Salud Pública. También sirvió como punto de acogida para refugiados ucranianos y de almacén de material para enviar al país invadido por Rusia. La Comunidad de Madrid lleva invertidos 170 millones de euros en su construcción y mantenimiento desde 2020.
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