Por el límite de 300.000 euros

La ayuda a las hipotecas de Yolanda Díaz excluye al centro de Madrid y Barcelona

Sumar ha propuesto un bono de emergencia para ayudar a las familias a paliar los efectos de la subida de tipos que no discrimina por renta, pero sí por la cuantía del piso, lo que hace que esté destinada a los barrios de la periferia.

Yolanda Díaz en un acto de Sumar
La ayuda a las hipotecas de Yolanda Díaz excluye al centro de Madrid y Barcelona.
EUROPA PRESS

Sumar, la plataforma liderada por Yolanda Díaz y que integra a un total de 15 partidos políticos de izquierdas, ha situado la vivienda en una posición prioritaria dentro del programa que confían llevar a cabo si consiguen reeditar el gobierno de coalición. La candidatura entró en campaña con el anuncio de una ayuda de 1.000 euros para los hogares hipotecados que no discrimina en función de la renta, sin embargo, a diferencia de la polémica herencia para los jóvenes, esta no aspira a tener un carácter universal. La plataforma ha fijado un precio máximo de 300.000 euros para las viviendas que quieran beneficiarse de este 'bono de emergencia', lo que en la práctica excluye los inmuebles en venta en el centro de las grandes capitales y en especial, de Madrid y Barcelona.

Desde el equipo económico de Sumar insisten en que establecer este límite aporta un elemento de progresividad a esta medida, pues entienden que las rentas más altas no comprarían una primera vivienda de este precio, en todo caso lo harían para alquilarla y en consecuencia, no podrían ser beneficiarios del bono. Así lo explica Carlos Martín Urriza, director del gabinete de estudios de CCOO y economista que se ha unido a las listas de Sumar en el puesto seis por Madrid. "Nuestra medida está acotada por renta porque se dice que lo pueden recibir aquellos hogares que se hayan hipotecado en los últimos diez años, porque son los que más soportan la subida de los intereses y solo para viviendas de hasta 300.000, porque son las que se compra la clase media", argumenta en conversación con La Información.

"En la almendra de Madrid no te compras ningún piso por ese precio, porque están muchísimo más caros, pero nos estamos dirigiendo al cinturón rojo, para destinarlo a las rentas medias y bajas, no a los ricos", apunta. Los últimos datos recogidos por Idealista con fecha de junio de 2023 muestran que en el distrito centro de Madrid el metro cuadrado cuesta 5.368 €/m2 de media, lo que en términos hipotéticos permitiría acceder a un piso de poco más de 50m2 por 300.000. Mientras que en el barrio de Gràcia de la ciudad condal el precio medio es de 4.491€/m2, por lo que la vivienda podría alcanzar los 66m2. No obstante, en ambos casos las viviendas anunciadas en el portal por ese precio son de un tamaño mucho más reducido, de menos de 40m2, sin luz exterior o requieren de una reforma. 

La perspectiva cambia ligeramente al ampliar el foco más allá de las calles más céntricas, como señala en conversación telefónica el portavoz y director de estudios de Pisos.com, Ferran Font. "En la ciudad de Madrid hay unas 3.000 viviendas por este precio y en Barcelona otras 2.000, lo que no son pocos, suponen cerca de la mitad de los anuncios, en torno a un 40% del total". Un número que reconoce se reduce notablemente si se reduce el círculo a la 'almendra de la M30' o las calles más céntricas de Barcelona, donde se trataría de excepciones de peor calidad, peor ubicadas y de menos de 50m2 en los que es complicado poner en marcha un proyecto de vida familiar. 

Si bien, el analista recuerda que el límite de 300.000 de la vivienda no es menor en cuanto a que ahora mismo es necesario tener un ahorro de unos 90.000 euros para hacer frente al pago de la entrada del piso y los gastos asociados a la compra, por lo que valora que más allá de los barrios centrales se trata de un rango bastante amplio que da cabida a las rentas medias. Font admite que la propuesta ha generado dudas en el sector como si las personas que firmen nuevas hipotecas también podrían beneficiarse, aunque precisa que desde los años 2020-2021 casi un 70% de las hipotecas son a tipo fijo y, por tanto, no se ven afectadas por la política de subida de tipos del Banco Central Europeo. 

Medidas para bajar el precio del alquiler

El programa de Sumar en materia de vivienda, coordinado por la representante de Podemos Alejandra Jacinto también propone otro paquete de medidas para atajar la problemática de los precios del alquiler, que afecta de manera especial a los jóvenes, pero no de forma exclusiva. La plataforma de Yolanda Díaz quiere hacer una firme apuesta por la construcción de vivienda pública para destinarla a alquileres sociales, en concreto, se han fijado la meta de engrosar el parque público de vivienda en dos millones de unidades en la próxima década. Desde Sumar creen que esta política es especialmente efectiva porque aumentaría la oferta y contribuiría a bajar los precios, además ponen de relieve que la iniciativa se autofinanciaría en el medio plazo a través del cobro de los alquileres. 

Desde la coalición son conscientes de que esta no es una solución inmediata, por lo que cuentan con dos planes 'b' para intervenir el mercado del alquiler a corto plazo. Facultar al Estado para declarar zonas tensionadas recogidas en la Ley de Vivienda en el caso de que las comunidades autónomas competentes no lo hayan hecho en "un plazo razonable" y una segunda vía por la que se establecerá un precio de referencia correspondiente al 30% de la renta media de los que alquilan en la zona. Esta solución es de carácter fiscal, dado que los propietarios serían libres de poner el inmueble en alquiler por encima de este precio de referencia, pero de hacerlo no se beneficiarían de bonificaciones en el IRPF o en el Impuesto de Sociedades, si se trata de un fondo. 

Además, en el ámbito de la vivienda en propiedad, Sumar quiere implementar la portabilidad de las hipotecas que funcionaría a la imagen de las tarifas móviles. La coalición de izquierdas quiere que los hogares puedan cambiarse de hipotecas a tipo fijo a variable y que los bancos publiquen sus ofertas en el portal de la CNMC con los perfiles de riesgo asociados, de manera que los clientes puedan solicitar el cambio en el caso de dar el perfil sin que las entidades puedan negarse, a menos que lo justifiquen en un escrito motivado. Asimismo, plantean que se puedan hacer alegaciones a la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, norma que confían que se retome tan pronto como se constituyan las cámaras. 

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