Australia acoge a la Selección femenina... y a las grandes firmas de infraestructuras

Este domingo la Selección Española de fútbol femenino puede conseguir el primer mundial de su historia. Al igual que con muchas empresas de infraestructuras, Australia puede alzar al equipo nacional a lo más alto. El país insular se ha convertido en un verdadero reclamo de inversión para las grandes firmas españolas. En los últimos años, numerosas compañías han forjado relaciones sólidas y perdurables con la Gran Isla, descubriendo en ella un entorno ideal para llevar a cabo el proceso de internacionalización mediante la aportación de sus recursos financieros. Gamesa, Grupo Isolux Corsán, Ayesa, Elecnor, Banco Santander... Son muchas empresas que operan y colaboran ya en la economía australiana, aunque las de mayor volumen de negocio son ACS, con su filial australiana CIMIC, Ferrovial y Acciona.

Australia es la economía mundial número 12 por su volumen de PIB y ,además, uno de los países con menos deuda del mundo. El Fondo Monetario Internacional estima que su economía crecerá a lo largo de este año un 1,6%. La inversión de las empresas españolas en la economía australiana superó los 3.000 millones de euros en el 2022.    

Según el Barómetro de Relaciones Económicas España–Australia 2022 celebrado por la Fundación de Consejo España Australia, el 69% de las empresas con actividad exportadora o filial en Australia indicaron que tienen el objetivo de incrementar su actividad allí. Además, el 63% de las empresas señalaron que su presencia en Australia es una forma de diversificación frente a los riesgos inesperados que han tenido lugar recientemente, y que por eso les interesa aumentar su presencia. 

A pesar de las dificultades debido a la gran distancia que separa ambos países y las diferencias horarias y lingüísticas, la grandes empresas destacan de Australia factores que les proporcionan seguridad y rentabilidad. Una de las claves es su situación geográfica, ya que está cerca de los mercados asiáticos en crecimiento. También su posición política predecible y su economía estable. Pero sin duda, el porqué de elegir Australia está en la inversión que está haciendo el país en proyectos de infraestructura y construcción, como carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y energías renovables.      

La expansión de ACS en Australia está en uno momento alto. A comienzo de año se adjudicó un contrato de 1.600 millones de euros para la creación de un proyecto de una nueva conexión ferroviaria subterránea entre Parramatta y Sidney. Uno de los proyectos más recientes, firmado el pasado 15 de agosto, es el cierre de contrato con el Ministerio de Defensa australiano por 297 millones de euros para prestar servicios de asesoramiento estratégico, planificación, gestión de suministros, operaciones y mantenimiento para la red de combustible de las Fuerzas. Además, una de sus operaciones más importantes en el país ha sido la renovación de una parte del metro de Sidney.    

En el caso de Ferrovial, la empresa presidida por Rafael del Pino, su proyecto más grande en Nueva Galés del Sur (Australia) ha sido el Coffs Harbour Bypass. A través de su filial de construcción y en consorcio con Gamuda Australia, creó un tramo de 14 kilómetros de autopista, tres túneles y una vía de servicio. Este contrato proporcionó a la multinacional alrededor de 1.400 millones de euros.   

La CE avaló la empresa de Acciona, Cobra y Endeavour

A Acciona, junto con las compañías Cobra y Endeavor Energy, se le otorgó en abril un proyecto para crear y mantener nuevas redes de energía renovable en la zona sureste de Australia por alrededor de 3.000 millones de euros. Aunque la oficialización de la adjudicación no se presentará hasta después de verano. 

El pasado jueves 17 de agosto la Comisión Europea avaló la empresa de Acciona, Cobra y Endeavour de infraestructura energética. La empresa en participación construirá, financiará y explotará una infraestructura de red de transporte de electricidad para la Zona de Energías Renovables de Orana Central-West en Nueva Gales del Sur. La Comisión concluyó que el acuerdo no plantearía problemas de competencia, ya que la empresa conjunta no tiene actividades dentro de Europa. La operación se revisó siguiendo un método más simple para analizar fusiones entre empresas.