El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se transformará en la Agencia Estatal de Empleo, después de que la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso aprobara ayer la nueva ley de Empleo. Este organismo público, gestionado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, introducirá algunas novedades, como el cambio en su foco de actuación. Así, no solo se dirigirá a los demandantes de empleo, sino también a los trabajadores en activo que quieran mejorar su posición en las empresas y favorecer su vida laboral. Otra de las claves de esta normativa es que impulsará un acompañamiento personalizado y ampliará colectivos de atención prioritaria.
El nuevo SEPE será una realidad en un plazo de seis meses, tal y como anunció la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Se regirá por los principios de no discriminación en el acceso y consolidación del empleo, transparencia y eficiencia en el diseño y ejecución. Es por ello por lo que se incluirán más colectivos de atención prioritaria: personas con capacidad intelectual límite, personas con trastornos del espectro autista, personas LGTBI, víctimas de la violencia de género, personas en exclusión social, personas mayores de 45 años, personas migrantes, personas beneficiarias y solicitantes de protección internacional, mujeres víctimas de violencia de género, personas gitanas o pertenecientes a otras minorías étnicas, y trabajadores provenientes de sectores en reestructuración.
A través de una Cartera Común de Servicios, la Ley de Empleo, además, ofrecerá la posibilidad de recibir un acompañamiento individualizado, ya sea de manera presencial o telemática. De esta forma, un tutor se ocupará de elaborar un perfil de la persona, con un expediente laboral único, atención continuada e itinerario personalizado. Los usuarios también contarán con asesoramiento para el autoempleo y el emprendimiento.
Trato personalizado en el SEPE para parados y trabajadores
Una de las señas de identidad de esta nueva normativa es el enfoque personalizado que garantizan los servicios públicos de empleo para parados y trabajadores. Pero, para poder acceder a ello, primero es necesaria su inscripción en una entrevista inicial de diagnóstico en la que se fijarán las acciones de la Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Empleo y se recogerán datos para definir las acciones que requiere para su inserción laboral. A partir de ahí, y si procede, da comienzo el que se considera un derecho para las personas en paro y una obligación para el organismo público: un itinerario individual y personalizado de empleo. Este se determina en función del perfil profesional, sus competencias, necesidades y expectativas, así como la situación del mercado laboral, la pertenencia a colectivos prioritarios o la percepción de prestaciones.
Para realizar el itinerario individual y personalizado, la persona beneficiaria ha de firmar de manera previa un acuerdo personal de empleo, por medio del cual se compromete a participar activamente en las acciones que se enfocan en la mejora de su empleabilidad, o a la puesta en marcha de su propia iniciativa empresarial.
Por su parte, el nuevo SEPE realiza un seguimiento y evaluación exhaustiva y, si es necesario, redefine los itinerarios individuales y personalizados de empleo, unas acciones cuyo desarrollo derivarán a las entidades colaboradoras.
De igual forma, y como muestra de ese “cambio de mirada” de esta Ley de Empleo, se tendrán en cuenta las circunstancias especiales de los colectivos de atención prioritaria para diseñar itinerarios individuales y personalizados de empleo, con políticas y medidas ajustadas a cada perfil profesional y a sus necesidades. Para darles una mejor atención, se valorará la coordinación con los servicios sociales.
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