Los ministerios de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y Sanidad presentaron en el mes de diciembre de 2022 un proyecto piloto por el que los médicos y pediatras de Atención Primaria podrían acceder a un modelo de jubilación activa mejorada para dar respuesta a las comunidades autónomas que denunciaban que no conseguían cubrir sus plantillas. A pesar de que sobre los papeles, el proyecto se inició en enero, desde el Ministerio de José Luis Escrivá admiten que la herramienta para llevar a cabo la solicitud apenas lleva unas semanas operativa, sin embargo, celebran que en este corto periodo de tiempo han recibido más de un centenar de peticiones, en concreto, 112.
El programa permite que los profesionales sanitarios que puedan y quieran, retrasen el momento de acceder a la jubilación y se mantengan en el puesto, bien reduciendo su jornada al 50% o trabajando a tiempo completo, mientras perciben el 75% de la pensión de jubilación que les correspondería más el sueldo íntegro correspondiente a las horas trabajadas. Además, pueden sumarse al proyecto piloto los médicos y pediatras que hubieran cesado su actividad laboral y decidan retomarla, en las mismas condiciones. Esto ha supuesto un cambio de paradigma en la Administración Pública, dado que como Escrivá ha destacado en numerosas ocasiones, a diferencia del sector privado, en el ámbito público no estaba permitida la jubilación activa y la parcial no está desarrollada.
El Gobierno dio forma a esta vía para compensar el gran número de jubilaciones que se han registrado en los últimos años y las que se esperan, como consecuencia de que las promociones de la década de los 80 fueron muy numerosas, mientras que las plazas MIR son insuficientes para cubrir los huecos en las plantillas. El problema está localizado en la Atención Primaria porque es la especialidad con mayor ratio de profesionales de más de 60 años, son un tercio del total. Según los datos aportados por los ministerios, a finales de 2022 había 12.000 médicos y pediatras con edades comprendidas entre los 60 y los 65 años, al tiempo que otros 1.500 tenían ya más de 65.
El problema, según ha apuntado este viernes Escrivá, se concentraba en los tres o cuatro próximos años, por lo que entendían necesario incentivar a estos profesionales para que permanecieran en sus puestos después de hacer frente a la pandemia, ya que según ha apuntado, el número de sanitarios que lo hacían hasta este momento era anecdótico. No obstante, el Ejecutivo también ha incrementado el número de plazas MIR para la convocatoria de 2023 en un 4%, tal y como anunció Carolina Darias antes de dejar el ministerio para centrarse en su labor de candidata, hasta un total de 8.503 vacantes.
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) prevé que la oleada de jubilaciones en esta especialidad ascenderá a 12.000 facultativos, mientras que la progresiva ampliación de las plazas MIR no tendrá un efecto compensatorio hasta 2026-2027. En 2018 la Atención Primaria concentraba el 26,8% de las vacantes disputadas por los graduados en Medicina y en 2023 este porcentaje ha ascendido hasta el 28,7%. La asociación entiende que esta debe ser la principal vía para cubrir los puestos, aunque el proyecto piloto puede contribuir a reducir la tensión localizada en la segunda parte de la década. Ahora que el programa ha comenzado a dar sus primeros pasos, desde el Ministerio explican que las solicitudes irán siendo tramitadas de forma individual y una vez se comprueben los datos, se aprobará que estos profesionales pasen a la jubilación activa.
Incentivos al retraso de la jubilación
El ministro de Seguridad Social ha rechazado garantizar la viabilidad del sistema de pensiones con una nueva subida de la edad mínima de jubilación y, en cambio, su reforma de pensiones blinda los ingresos de la hucha de la Seguridad Social mediante a cargo de las cotizaciones que aportan trabajadores y empresas. Sin embargo, no ha dejado de subrayar las diferencias que presenta la sociedad española respecto a otros países de nuestro entorno respecto al retraso voluntario de la jubilación. De hecho, en la pasada década pasó a ser habitual que grandes compañías de diferentes sectores económicos recurriesen a jubilaciones anticipadas de gran parte de sus trabajadores como mecanismo para recortar plantillas por la crisis económica.
Por ello, la cartera ha introducido desincentivos a la jubilación anticipada a la par que ha tratado de impulsar la jubilación demorada. El ministro ha reconocido que "no son grandes cifras" porque apenas un 5,4% del total ha optado por extender su vida laboral, sin embargo, esto supone un incremento de siete décimas respecto al año anterior. Según ha detallado el ministro, la cartera realizó diferentes sondeos a personas en edad de jubilación para consultarles si preferían que se les introdujeran mejoras en la pensión a futuro o recibir un pago en el momento de cesar su actividad laboral, la amplía mayoría, ha explicado, eligieron la segunda opción por lo que ha sido el mecanismo que se ha puesto en marcha. Escrivá ha apuntado que este pago único puede ascender hasta los 13.000 euros por año de demora y la media se sitúa ahora mismo algo por debajo de los 30.000.
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