El Consejo y el Parlamento alcanzaron este viernes un acuerdo político sobre normas comunes del mercado interior para los gases renovables y naturales y el hidrógeno, y que permitirá a los estados miembros restringir el suministro de gas natural, incluido el licuado (GNL), procedente de Rusia o Bielorrusia y donde también se incluye la creación de una nueva entidad europea para los operadores de redes de hidrógeno (ENNOH, por sus siglas en inglés).
El objetivo del acuerdo alcanzado este viernes es crear un marco regulatorio para infraestructuras y mercados dedicados al hidrógeno y una planificación integrada de redes, al tiempo que establece normas para la protección de los consumidores y refuerza la seguridad del suministro.
Para ello se ha articulado la nueva entidad de hidrógeno, que será independiente de la Red Europea de Transporte de Gas y de la Red Europea de Transporte de Electricidad, aunque aprovechará las sinergias y la cooperación entre los tres sectores, según explican el Parlamento y el Consejo en un comunicado conjunto.
"Este acuerdo traerá muchos beneficios para los consumidores y para nuestro planeta", dijo la vicepresidenta tercera del gobierno español y ministra para la transición ecológica y el reto demográfico, Teresa Ribera, en un comunicado del Consejo de la UE.
En concreto, indicó, "reducirá nuestro uso de combustibles fósiles y reducirá nuestra dependencia de los combustibles fósiles importados", al tiempo que "permitirá pasar a la energía renovable y reforzará la seguridad del suministro".
Otro de los puntos acordados fue el de la ampliación del mecanismo de agregación de demanda y compra conjunta de gas adoptado durante la crisis energética, aunque la participación de las empresas gasistas será totalmente voluntaria.
De esta manera, podrán participar en el mecanismo como compradoras las empresas de gas establecidas en países de la Comunidad de la Energía, quedando excluidos los suministros procedentes de Rusia o Bielorrusia.
Además, el Consejo y el Parlamento acordaron crear un mecanismo voluntario de apoyo al desarrollo del mercado del hidrógeno, con el objetivo de facilitar las tareas realizadas por la Comisión Europea en el marco del Banco Europeo de Hidrógeno.
Solidaridad
El Consejo y el Parlamento acordaron establecer disposiciones por defecto para hacer operativo el principio de solidaridad en caso de crisis, cuando no existan acuerdos bilaterales.
El acuerdo también incluye el establecimiento de un mecanismo de conciliación transfronterizo para una revisión posterior de las compensaciones, la reducción voluntaria del consumo no esencial de los clientes protegidos y salvaguardias para los flujos transfronterizos.
En cuanto a las tarifas de red, acordaron que para el mercado del hidrógeno cada autoridad reguladora nacional debe consultar a las autoridades reguladoras nacionales vecinas sobre el proyecto de metodología tarifaria y presentarlo a la Agencia para la Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER). Cada autoridad reguladora nacional mantendrá el derecho de fijar su propia tarifa.
Además, a petición de una autoridad reguladora nacional, la ACER podrá proponer soluciones mediante un dictamen fáctico no vinculante e informará a la Comisión del resultado de dicha solicitud.
Una vez que entre en vigor, tras la ratificación formal por el Consejo y el Parlamento Europeo, la nueva ley facilitará la penetración en el sistema energético de gases renovables y con bajas emisiones de carbono, en particular hidrógeno y biometano.
Este reglamento forma parte del paquete de descarbonización de los mercados del hidrógeno y el gas, que también incluye una directiva, y ambos están incluidos en el paquete legislativo conocido como 'Fit for 55' para reducir las emisiones de la UE en al menos un 55% para 2030 y su objetivo de alcanzar la neutralidad climática para 2050. El Consejo y el Parlamento alcanzaron un acuerdo provisional sobre la Directiva el 27 de noviembre de 2023.
