Mejores expectativas para 2024

Los inversores de EEUU anotan pérdidas tras los retrasos de la ley verde de Biden

El gestor de inversiones sostenibles Impax, que elogió en un principio la ley conocida como IRA,  denuncia ahora que la legislación presenta varios obstáculos que enriquecen principalmente a la banca como intermediario.

Joe Biden
Los inversores de EEUU anotan pérdidas tras los retrasos de la ley verde de Biden
AP

Impax Asset Management, uno de los mayores gestores de inversiones verdes del mundo ha criticado varias cuestiones funcionales en  la nueva ley climática impulsada por Joe Biden.  La Ley de Reducción de la Inflación (más conocida por sus siglas en inglés IRA), fue al principio elogiada por el grupo al suponer un cambio de juego, sin embargo ahora critica que la legislación contiene demasiados obstáculos  que retrasan la implementación y enriquecen a intermediarios mientras dejan menos dinero para proyectos verdes.

Los créditos fiscales de energía limpia del IRA tienen una gran relevancia dentro de la ley, pero también son "excesivamente complejos desde el punto de vista financiero y no se prestan muy bien a un sistema replicable y escalable", según Charlie Donovan, asesor económico senior de Impax. En una entrevista, Donovan señaló que Estados Unidos ha "configurado todo el sistema para depender de algunas industrias, siendo la banca una de ellas". Aunque los consultores fiscales y los bancos han ganado mucho dinero, el sistema no se presta para ser realmente eficiente y fluido a gran escala.

Euforia incial

Estos comentarios se producen después de un año en el que la euforia inicial en torno al IRA se ha visto mitigada por las complicaciones administrativas para canalizar miles de millones hacia la economía real. El analista de mercados energéticos BloombergNEF (BNEF) sostiene que la ley podría reducir a la mitad las emisiones relacionadas con la energía en Estados Unidos para 2050 desde los niveles de 2021, si se aplica correctamente. Sin embargo, las agencias estadounidenses, incluido el Departamento del Tesoro, deben redactar las reglas reales que determinarán cómo se implementarán todos los créditos fiscales en la práctica,  señala también BNEF.

Impax, que supervisa alrededor de 40.000 millones de libras (unos 46.000 millones de euros) en activos centrados en la sostenibilidad, fue uno de los primeros en dar la bienvenida al IRA como una ley con el potencial de cambiar el futuro de las finanzas verdes. Sin embargo, los inversores verdes han enfrentado grandes pérdidas desde entonces. A pesar de que el IRA ha ayudado innegablemente a aumentar la capacidad de energía verde, no ha logrado salvar las valoraciones de activos. Las tasas de interés más altas y los obstáculos en las cadenas de suministro han dificultado la financiación de proyectos de energía limpia, golpeando a sectores renovables intensivos en capital como la energía eólica y solar.

Mejores expectativas para 2024

Donovan reconoce que ha habido "contratiempos", pero también señala que las perspectivas para 2024 son más prometedoras, "esperamos una fuerte recuperación para las empresas bien posicionadas en la cadena de valor de la energía limpia", dijo Donovan. Una opinión respaldada por analistas de algunos de los principales bancos del mundo, como UBS y JPMorgan, el banco más grande de Estados Unidos. Los analistas de este último afirman que la realidad macroeconómica cambiante parece crear un entorno "altamente favorable" para la inversión sostenible. Y en la unidad de Gestión de Patrimonio Global de UBS, los analistas esperan que la Reserva Federal avance con recortes de tasas este año en medio de un "aterrizaje suave", lo que, según ellos, "aumentará la confianza para la inversión empresarial en áreas vinculadas a la sostenibilidad".

Trabas legales y de financiación 

Sin embargo, Donovan señala que el marco legislativo no está brindando el apoyo que los inversores de bajo carbono necesitan. Un "viento en contra continuo es que las políticas gubernamentales generalmente no están a la par del ritmo de cambio de las tecnologías limpias", aseguró. "Los inversores se han sentido decepcionados por el lento progreso en cuestiones como el diseño del mercado, la elaboración de normativas legislativas y la construcción de la infraestructura necesaria para que la energía limpia se expanda a su máximo potencial".

Derrick Flakoll, asociado de política estadounidense en BNEF, señala que cuando Biden firmó el IRA en agosto de 2022, representó una legislación emblemática que proporciona más de 370.000 millones de dólares en subsidios directos para energías renovables, vehículos eléctricos y otras tecnologías de bajo carbono, principalmente a través de créditos fiscales. El IRA buscaba crear un mercado de créditos fiscales "más simple y amplio para obtener más capital para los desarrolladores", dijo Flakoll. "Todavía es un mercado en una etapa temprana y gran parte del desafío radica en el precedente y en tener una especie de memoria muscular intuitiva para cómo se realiza dicho trato".

"La forma en que se interpreten y utilicen las reglas en el mercado será crucial para evaluar como de exitoso es en descarbonizar la economía de EEUU", añadió. Hay una "pregunta más amplia sobre cómo se logrará el volumen de financiamiento necesario para cumplir con los objetivos del IRA", dijo Donovan. "El problema real es si tenemos los mecanismos de financiamiento adecuados y si son lo suficientemente duraderos a lo largo del ciclo económico para garantizar el volumen de financiamiento necesario" para cosas como redes eléctricas, almacenamiento y suministro de energía renovable, concluyó Donovan.

Mientras tanto, la industria de los combustibles fósiles continúa recibiendo enormes subsidios, con el Fondo Monetario Internacional estimando en agosto que el petróleo, el gas y el carbón recibieron aproximadamente 7 billones de dólares en apoyo gubernamental directo e indirecto en 2022.

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