A la espera de los PGE

Los incentivos fiscales a las renovables alentarán la inversión en hidrógeno verde

Hay muchos proyectos previstos a partir de 2024 que aguardarán a ver cómo queda la medida anunciada por el Gobierno tras la presión de grandes empresas del sector para acabar con el impuesto energético extraordinario.

Teresa Ribera y María Jesús Montero
Los incentivos fiscales a las renovables alentarán la inversión en hidrógeno verde.
Europa Press

El impuesto energético continuará vigente un año más pese a que se aprobó como temporal y decaía en 2023. Permanecerá sin cambios tras las discrepancias entre PSOE y SUMAR, si bien la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2024 introducirá un incentivo a las inversiones estratégicas que se realicen a partir del 1 de enero de este año. Fue un guiño al sector justo antes de cerrar el ejercicio y tras dos años de sucesivos enfrentamientos. El Ejecutivo quiere enterrar el hacha de guerra con las energéticas en aras de no dejar escapar miles de millones en inversiones y tras la presión de grandes compañías del sector, como Repsol o Endesa.

En este sentido, el hidrógeno cobrará vital importancia, aseguran distintas fuentes del sector consultadas por La Información. Fue el propio presidente de Repsol, Antonio Brufau, el primero en poner las cartas boca arriba. Amenazó con llevarse a Francia o Portugal 1.500 millones en inversiones para el desarrollo del hidrógeno ‘verde’. La compañía ha suspendido todas sus inversiones en el país hasta saber por dónde irán los tiros. El Ejecutivo tiene ya aprobado el techo de gasto y aspira a que las cuentas públicas de 2024 vean la luz de forma definitiva en el primer trimestre del próximo año, aunque el PP cuenta con mayoría en el Senado y ya ha manifestado que se opondrá al anteproyecto de ley.

Mientras tanto, las energéticas se mantienen expectantes ante el nuevo año. En el País Vasco, Petronor y Repsol lideran el Corredor Vasco del Hidrógeno, una iniciativa que ha logrado unir a la gran industria de la comunidad junto a instituciones y asociaciones sectoriales para fomentar un cambio en su paradigma energético. Las 52 empresas que lo integran ya tienen 46 proyectos en marcha y aspiran a movilizar inversiones por valor de 1.300 millones de euros. Entre las participantes se encuentran CAF, Ferrovial o Talgo, así como electrointensivas como Sidenor.

En pausa un electrolizador de 100 MW

No obstante, Repsol y Petronor han advertido de que queda en 'stand by’ uno de los proyectos de hidrógeno más importantes del país hasta que se clarifique cómo se articulará el incentivo. Han puesto en marcha el primer electrolizador en el centro industrial Muskiz, en Vizcaya, con una potencia de 2,5 megavatios (MW), pero es tan solo la antesala de lo que aspiran. Si todo marcha según lo previsto antes de que se produjera el órdago de la petrolera al Ejecutivo, Petronor deberá contar en los próximos años con otros dos electrolizadores de 10 MW y 100 MW de capacidad. Este último, de gran escala, ha sido reconocido por la Comisión Europea como proyecto estratégico y de interés común europeo (IPCEI). En Tarragona, Repsol también ha congelado un electrolizador de hasta 150 MW -el más grande el país- y la Ecoplanta, que suman una inversión de hasta 1.050 millones de euros.

Cepsa, que también ha criticado el impuesto pero no ha condicionado directamente sus inversiones en el país, ha sido otra de las gran castigadas por el gravamen y prevé destinar a España 5.000 millones durante la década a proyectos de hidrógeno verde, biocombustibles de segunda generación y movilidad eléctrica. Ha puesto en marcha el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde y considera que es el proyecto más ambicioso de hidrógeno renovable del territorio nacional y uno de los más importantes de Europa. Supone una inversión de 3.000 millones de euros, creará dos nuevas plantas de generación de hidrógeno verde en Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque (Campo de Gibraltar, Cádiz), que contarán con una capacidad total de 2 GW de electrólisis y se pondrán en marcha en 2026 y 2027, respectivamente.

Asimismo, ha acordado con C2X (Maersk) instalar en el puerto de Huelva la mayor planta de metanol verde de Europa. Las dos empresas destinarán una inversión conjunta de 1.000 millones de euros para el desarrollo de este proyecto, que producirá metanol ‘verde’ para abastecer las necesidades de varias industrias, como la química y la de transporte marítimo. La decisión final de inversión está prevista en 2025 y, si se aprueba, este proyecto podrá crear 2.500 empleos directos e indirectos y posicionará a Andalucía y a España como un 'hub' global líder en energías sostenibles para la producción de moléculas verdes, como el hidrógeno y el metanol, y para su uso y transporte a través de los puertos estratégicos de la región.

Por su parte, Iberdrola también levantará en Huelva una gran central de hidrógeno verde de 800 megavatios, que generará hasta 100.000 toneladas de amoniaco verde que se convertirán luego en hidrógeno verde para su posterior distribución al puerto de Rotterdam. Actualmente, la planta cuenta con un electrolizador de 20 MW, con una capacidad de 3.000 toneladas de hidrógeno a escala industrial. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán tiene en cartera un total de 60 proyectos relacionados con el hidrógeno ‘verde’ por valor de 3.000 millones de euros, la mitad de ellos en España. No obstante, en el territorio nacional planea más de 6.000 millones bajo su plan estratégico 2023-2025, que actualizará a finales de marzo.

Alianza entre Repsol, Naturgy y Regasona

En Galicia, Repsol, Naturgy y Reganosa también han proyectado un ‘hub’ de hidrógeno renovable de hasta 200 MW. La iniciativa contempla la instalación de una planta de electrólisis alimentada con energía 100% limpia en los terrenos de la antigua central térmica de Meirama. La fase inicial está prevista en 2025, por lo que el incentivo a los proyectos estratégicos que estudia el Ejecutivo será clave para su ejecución.

De momento, el Gobierno se ha limitado a explicar que el incentivo resultará de aplicación en el sector energético para las inversiones estratégicas realizadas a partir de este año que acabamos de comenzar, por lo que todavía quedan muchas dudas por despejar. El tributo energético grava el 1,2% sobre el importe de la cifra de negocio de las compañías del ramo que facturasen más de 1.000 millones en 2019. De este modo, el impuesto no afecta a aquellos ingresos donde el suministro sea a precio regulado, como es el caso del PVPC de electricidad, la tarifa de último recurso (TUR) de gas, el GLP envasado y el GLP por canalización.

Repsol, Cepsa, Iberdrola, Endesa y Naturgy lo han recurrido y entre todas han reservado más de 1.500 millones. La más afectada ha sido Repsol, que por su tamaño en España registró contablemente como gasto el pasado 1 de enero 444 millones, de los que ahora tendrá que pagar la mitad. Le sigue Cepsa, con 323 millones, y Naturgy, que ha calculado unos 300 millones -150 millones por año-, mientras que Iberdrola, con 216 millones, y Endesa, con 208 millones, han sido las menos perjudicadas.

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