Economías de todo el mundo avanzan sus políticas con una clara tendencia hacia las energías renovables en busca de alcanzar una independencia energética que, sin embargo, podría estar más lejos de lo esperado. Así lo asegura el informe 'Sector Energético' publicado por el instituto EAE Business School, cuyas proyecciones muestran que el peso de las energías sucias seguirá imponiéndose al de las renovables durante al menos el trascurso de la próxima década.
De tal manera que los combustibles fósiles representarán en 2030 "dos terceras partes" de las fuentes energéticas primarias, si se cumplen las estimaciones que apunta el autor del estudio, Eduardo Irastorza. "Las proporciones entre fuentes de energía apenas se alterarán en los próximos diez años, y ni de lejos habrán desaparecido ni el carbón, ni el petróleo, ni el gas natural en treinta años", afirma el profesor.
En España, el petróleo se alzó el año pasado como el combustible líder con un 43,8% del total distribuido, aún muy distanciado de la parcela que ocuparon las energías renovables (17,4%). Como generador de electricidad, destaca la aportación del sector eólico (60.485 GWh), seguido por el nuclear (54.040 GWh). Un factor que Irastorza no ve suficiente para poder depender de forma mayoritaria de energías más limpias.
“Por mucho que España ponga sus esperanzas en las energías renovables, y especialmente en los molinos de viento, estos recursos están aún muy lejos de cubrir sus necesidades energéticas. Sin duda, la apuesta ha sido muy decidida por parte de los últimos gobiernos: las facilidades y subvenciones están al orden del día, los planes de expansión en marcha y las empresas energéticas españolas siempre a la vanguardia mundial en este terreno. Sin embargo y a pesar de que el horizonte ibérico se está llenando de esos gigantes de tres brazos de controvertido impacto estético, la cuestión de explotación eficiente de las renovables está lejos de haberse resuelto", concluye.
El informe también recoge que el precio medio de la electricidad se ha incrementado un 195% respecto al marcado en 2020. Este aumento ha ocasionado una ligera bajada del 4,83% de la demanda de la electricidad. Además, la apuesta por la concienciación ecológica de la sociedad ha llevado a disminuir las emisiones de gas invernadero un 24,76% de 2019, en comparación con los datos de 2008.
Nuevo reparto del poder
Tras el dominio de Estados Unidos como principal consumidor de energía de todo el planeta, estamos ante un nuevo orden mundial. En datos de 2021, China consume un 26,5% de la energía y ya casi duplica el consumo energético, tanto de petróleo como de gas, del país americano (15,6%) y se afianza así como la primera potencia mundial con un 26,5% de una lista de países, donde Alemania (2,1%) y Francia (1,6%) despuntan entre la escasa participación de Europa.
Por ello, será clave cómo afronte el gigante la transición energética y, con él, otros grandes consumidores energéticos como la India.
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