La empresa energética Cepsa comienza a comercializar combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) en el aeropuerto de Málaga. Se trata del cuarto aeropuerto español con más afluencia de pasajeros, que cuenta con más de 20 millones registrados a mediados de este mes por primera vez en su historia.
El aeropuerto de Málaga se suma de esta manera a los de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Sevilla, donde la compañía ya comercializa SAF. En un comunicado, han querido señalar que el pasado julio se convirtieron en la primera empresa en ofrecer este biocombustible de segunda generación de manera permanente en cuatro aeropuertos españoles. Con la adición del aeropuerto malagueño, Cepsa cuenta con el suministro para el 60% del tráfico de pasajeros en el país.
El grupo energético produce este biocombustible en su parque onubense de La Rábida, partiendo de residuos orgánicos como aceites usados de cocina o diferentes desechos agrícolas. Además de poder reducir las emisiones hasta en un 90% respecto al queroseno convencional, la producción de biocombustibles fomenta la economía circular y la segunda vida de muchos residuos.
Para garantizar el suministro de SAF a sus clientes, Cepsa pretende desarrollar la mayor planta de biocombustibles de segunda generación de todo el sur de Europa junto a Bio-Oils. Contará con una inversión de hasta 1.000 millones de euros y se pondrá en marcha en 2026 en Palos de la Frontera (Huelva), con una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de SAF y diésel renovable.
El director de Aviación Sostenible de Cepsa, Álvaro Macarro, ha apuntado que la empresa sigue "dando nuevos pasos para hacer la aviación más sostenible y ayudar a las aerolíneas a avanzar en sus objetivos de descarbonización". Señala también que Cepsa está "siendo pionera impulsando hoy energías que serán clave en los próximos años y que pueden convertir a España en el mayor 'hub' europeo de SAF".
