La DGT recomienda parar cada dos horas de viaje o cada 200 kilómetros, aproximadamente, cuando se realizan trayectos largos en coche. Estas paradas técnicas sirven para descansar, estirar las piernas y echar gasolina. Muchos conductores, por lo tanto, aprovechan cada pausa en el viaje para hacerlo todo a la vez: al parar a repostar, dejan el coche aparcado en el área de servicio y suben a la cafetería para beber y comer algo.
A lo largo de las carreteras españolas hay diversas áreas de servicio, mejor y peor equipadas, pero a no ser que hayamos sido previsores y hayamos salido de casa con refrigerios en el coche, lo más habitual es hacer uso de ellas cuando toca. Estos establecimientos son cómodos, ya que muchos se encuentran en la propia vía por la que se circula, por lo que ni siquiera es necesario desviarse o alargar kilómetros para parar a descansar.
Sin embargo, este verano se han detectado una serie de actitudes que obligan a los conductores a extremar las precauciones durante estas paradas técnicas. Varios usuarios han alertado en redes sociales que han sufrido robos en las gasolineras tras dejar su coche aparcado y haber entrado a pagar o a hacer uso de las instalaciones de las áreas de servicio. Estos ladrones utilizan un método muy rápido y sencillo para conseguir acceder al interior del coche y desvalijarlo.
Cómo te pueden robar el coche en una gasolinera
Como ya es sabido, las nuevas tecnologías han facilitado, en parte, el trabajo de los amantes de lo ajeno. Gracias a inhibidores y repetidores de frecuencia, los ladrones y hackers pueden abrir un vehículo manipulando las ondas de las llaves inteligentes e incluso pueden llegar a arrancarlo.
En este tipo de robos detectados en gasolineras, los ladrones utilizan un inhibidor para para bloquear las ondas de la llave hacia el cierre centralizado del vehículo. Así, cuando el propietario 'cierra' el coche mientras se aleja para entrar a la cafetería del área de servicio, realmente está dejando el coche abierto de par en par.
Si no nos damos cuenta de este suceso y entramos dentro del establecimiento, estamos dejando el coche a merced de los ladrones, que solo necesitan pocos minutos para acceder al habitáculo y al maletero y llevarse nuestras pertenencias. Por eso, un consejo durante las paradas en carretera es aconsejable asegurarse de que el coche ha quedado bien cerrado antes de dejarlo estacionado y alejarnos, haciendo uso del cierre centralizado, pero también haciendo la debida comprobación accionando la manivela de la puerta.
Este tipo de robos se están detectando en la zona de Cataluña y, al parecer, quienes los ejecutan estarían organizados. Además, al robar nuestras cosas de esta manera, el acto se considera hurto y no robo. Si el valor está por debajo de los 400 euros, el castigo es una multa y no cárcel, como sucedería si se tratara de un robo con violencia o con uso de fuerza.
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