"Solo empeorará la situación"

Sanidad deja en el aire la vuelta al 'cole' pendiente de que se haga con garantías

La cartera avala el regreso presencial a las aulas bajo el control de las CCAA, mientras los profesores insisten en que no hay garantías con los contagios disparados y sin hoja de ruta.

Fernando Simón y Salvador Illa
Sanidad se salta las advertencias de la OMS y avala la vuelta al 'cole' presencial
Europa Press

Nadie incluyó los colegios entre las once medidas aprobadas, sin votos en contra, por el Consejo Interterritorial de Salud. La batería de restricciones será la hoja de ruta que marcará el rumbo del país las próximas semanas (o meses). Los profesores tienen apenas quince días para volver a clase y España sigue sin un plan de contingencia, pese a unas cifras de contagios que apremian a no dejar flecos sueltos. El ministro del ramo, Salvador Illa, compareció este viernes al mediodía para informar del resultado de una reunión que el propio Illa convocó de urgencia el día previo a fin de instar a todas las CCAA a remar en la misma dirección. Bares, tabaco, reuniones... la unanimidad fue la tónica, pero no hubo acuerdo sobre la vuelta a las aulas.

"Es una competencia de las comunidades autónomas". La pregunta sobre qué pasará en los colegios en septiembre aún no tiene respuesta. "Ha habido varios consejeros que han manifestado su voluntad de compartir las medidas que están tomando", incidió el ministro. El Ministerio de Sanidad y la cartera de Educación, bajo la tutela de Isabel Celaá, se han limitado a elaborar una guía de mínimos y a inyectar a las arcas autonómicas 2.000 millones de euros del 'Fondo COVID-19', sin retorno ni control. Desde ahí, cada CCAA ha llevado sus cuentas. La batuta que las autoridades regionales reclamaron durante las semanas del estado de alarma, volvió a sus manos el 21 de junio y, en materia de Educación, casi al instante pasaron a las de los directores de los centros.

Muchas CCAA tampoco trasladaron un plan de gasto, para que los docentes pudieran hacerse una idea de las 'armas' con las que podrán contar este curso. También prometieron reforzar las plantillas, pero las cuentas del profesorado disponible -aún sumando esos efectivos que, como pronto, empezarán a llegar a mediados de septiembre- tampoco cuadran con las exigencias sanitarias: 1,5 metros de distancia entre niños y no más de 20 alumnos por clase. A mediados de agosto, aún no hay certezas sobre cuántos contratos se harán, pero sí de que muchos de estos contratos tienen fecha de caducidad en diciembre. Los direcciones han planificado a ciegas durante todo el verano y elaborado planes sin una dotación presupuestaria clara, amén de ejercer un papel que, ni por cargo ni por formación, tendrían que haberse visto obligados a asumir.

Salud Pública apunta al cierre de colegios por goteo

La incertidumbre sacude a la comunidad educativa que, desde el primer momento, defendió la vuelta presencial a los colegios. No a cualquier precio. Los docentes llevan semanas exigiendo unas directrices que, a menos de un mes de retomar las clases, las autoridades aún no tienen claras. Las CCAA y el Gobierno coinciden en que la vuelta al cole debe ser presencial... pero nadie quiere cortar la 'patata caliente' de su gestión. A tres semanas del día X, aún no existe un guión que aporte instrucciones precisas sobre cómo y con qué herramientas se gestionará el 'curso Covid', ni cómo actuar a pie de pizarra si eclosionan los positivos en los centros. Salud Pública también duda.

"Es un tema sin una salida totalmente buena, en el que se enfrentan derechos demasiado importantes", comparten con La Información fuentes de los servicios de Salud Pública de una comunidad autónoma, que prefieren guardar el anonimato. La opción que ponen sobre la mesa los especialistas en Preventiva exigía una planificación, por parte de las autoridades, que debía haberse iniciado mucho antes. "La solución podría haber sido una docencia a distancia bien articulada, fondos para compra de material y recursos adicionales para niños con necesidades especiales". 

Desde el Ministerio se cuidaron de no descartar pasos atrás si la evolución de la pandemia así lo exige. "Si hay un nivel de amenaza alto, que es el término que usa el CCAES, es esperable el cierre de los centros donde haya más riesgo... pero quizá no ocurra en todos de forma automática", matizan las mismas fuentes. Otra de las grandes incógnitas es qué ocurrirá con aquellos alumnos que, por contagio o contacto, deban quedarse en casa catorce días, mientras en el aula avanzan con la lección. "Van a tener que buscar medidas extraordinarias para conseguir que los niños cuarentenados no pierdan docencia... y que los padres que tengan que cuidarlos puedan teletrabajar". 

La OMS no lo ve claro: "Solo empeorará las cosas"

Fuera de nuestras fronteras tampoco lo ven claro: en aquellos lugares donde hay transmisión comunitaria, abrir los colegios solo agravará las cosas. Así lo apuntó el director de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, fue el encargado de lanzar este aviso. Lo hizo este mismo miércoles: "Reabrir las escuelas en aquellos países donde la transmisión del coronavirus aún sea alta sólo empeorará la situación". Es el caso de España. Hace ya un mes que Fernando Simón advirtió de que España volvía a sufrir esa transmisión local, que se produce cuando Salud Pública registra redes de contagio que no se originan en casos importados, sino entre los miembros de la misma población. 

El organismo puso sobre la mesa una cuestión apenas tratada: ¿Que pasa con los docentes con patologías previas? Para la OMS, los profesores que sufran algún factor agravante de la Covid tendrán que plantearse si acuden o no a los colegios. La vuelta a clase sigue siendo una asignatura pendiente. Ni las CCAA, con competencias educativas, ni el Ministerio de Sanidad, que a partir de este viernes  supervisará de nuevo el buen hacer de las anteriores, han podido demostrar que la vuelta a clase es segura. Apenas un vistazo rápido a los protocolos remitidos a los centros educativos de todo el país, confirman que el 'riesgo cero' ni existe ni se espera. Y septiembre llama a las puertas.

Mostrar comentarios