La historia de Kiryusha, un pastor alemán de siete años, parece de película, pero ocurrió la pasada semana en Rusia. Este perro logró salir de su propia tumba después de que sus sueños le administrasen una inyección letal y lo enterrasen.
Los dueños creían que Kiryusha tenía problemas de salud y decidieron terminar con su vida, pero los exámenes del veterinario posteriores demostraron que el perro estaba sano, según recoge el diario británico 'Metro'.
Tras huir de su tumba, el animal deambuló por una carretera exhausto y sediento hasta que una conductora, Olga Lystseva, lo recogió. Le dio comida y lo llevó a una protectora de animales.
Desde allí pudieron localizar a los dueños, los cuales reconocieron la administración de la inyección letal y el posterior entierro. Los propietartios, cuando conocieron que Kiryusha había sobrevivido, explicaron que habían enterrado al perro vivo por error y pidieron disculpas.
"Gracias a Olga, Kiryusha ha comenzado una nueva vida en la protectora. Es muy tranquilo, anda con calma, no se escapa y no genera conflictos con otros perros. Se lleva bien con la gente", explica Ekaterina Nimak, una de las trabajadoras de la protectora de animales.
Según informó una televisión local, Kiryusha ya ha encontrado además un nuevo hogar después de una familia lo haya acogido. Un final feliz después de la pesadilla que le ha tocado vivir a este animal.
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