Entre la mudanza y el "saqueo": ¿Qué tienen los Franco en el Pazo de Meirás?

Nadie sabe lo que esconde el Pazo de Meirás. Nadie, salvo sus históricos inquilinos. Dentro de un mes exactamente, los herederos de Francisco Franco tendrán que entregar al Estado las llaves de la propiedad. La familia del dictador remata el desalojo. Estatuas, pilas bautismales, un retablo barroco y los cerca de 3.500 volúmenes de la escritora Emilia Pardo Bazán. Lo poco que se conoce sobre lo que guardan los muros de piedra de este emblemático refugio, han llevado a la Justicia a  frenar la mudanza a fin de blindar un patrimonio del que no existen inventarios. 

"Una cosa es una mudanza y otra un saqueo", afirma el diputado del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) Luís Bará en una llamada con La Información. El pasado sábado, el diario 'La Razón' publicó que los Franco habían fletado medio centenar de camiones para vaciar el pazo. Los bienes partirían hacia destino desconocido, según trasladó la familia al citado periódico. Cuando la información llegó a oídos del BNG, la formación exigió a la Xunta que congelase el traslado y solicitase a la Justicia medidas cautelares para detener el proceso hasta elaborar el inventario de lo que la familia del caudillo ha atesorado en el interior. 

Mira también

Un juzgado de A Coruña prohíbe a los Franco mover bienes del Pazo de Meirás

"Lo denunciamos el domingo. Nuestro empeño es que no se mueva nada del interior del pazo hasta que se detalle el patrimonio que esconde", y matiza, "No es lo mismo que la familia quiera llevarse un neceser con productos de aseo... que un retablo".  Y es que la batería de recursos que ha venido interponiendo la familia han impedido, hasta el momento, cualquier intento de inventariar su interior. 

"Lo más parecido a este proceso de catalogación se dio en 2007, cuando se obtuvo un permiso para que los técnicos de la Xunta entrasen durante unas horas a valorar los bienes del interior del Pazo", explica a este medio el investigador Carlos Babío, coautor de la obra 'Meirás, un pazo, un caudillo, un espolio'. Entre el contenido que se incluyó en el listado se encuentran las estatuas del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago. "La decisión judicial del Tribunal Supremo fue muy sorprendente porque, pese a catalogarse como Bien de Interés Cultural (BIC), se determinó que las estatuas de Isaac o Abraham sustraídas del Pórtico eran propiedad de los herederos del dictador". 

¿Qué dice la ley de Patrimonio?

Ni siquiera esta resolución está cerrada. "Hay un recurso sin resolver", coinciden Babío y Bará. El investigador apunta que, independientemente de la decisión final sobre su propiedad, la ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español. "Un inmueble declarado Bien de Interés Cultural es inseparable de su entorno. No se podrá proceder a su desplazamiento o remoción, salvo que resulte imprescindible por causa de fuerza mayor o de interés social", reza la norma. La ley obliga a los Franco a informar y contar con la autorización de la Conselleria de Cultura para cualquier traslado de dichos bienes, incluidas las dos estatuas de las que, a día de hoy, son propietarios.

Además de estas esculturas, la emblemática construcción guarda buena parte de la biblioteca de Pardo Bazán. Cerca de 3.500 volúmenes de un valor incalculable para la cultura gallega y el patrimonio español. "La Justicia se ha movido con rapidez y coherencia", valora el diputado del BNG. La titular del Juzgado, Marta Canales, ha acordado este mismo lunes la redacción del esperado inventario que deberá abarcar la totalidad de los bienes existentes, tanto en el interior como en el exterior. 

"El valor del Pazo de Meirás no son solo sus muros de piedra... sino toda la finca", vuelven a coincidir las fuentes consultadas. Así lo corrobora el auto de la magistrada, recogido por este diario: "El Pazo de Meirás fue declarado Bien de Interés Cultural por Decreto 299/2008, de 30 de diciembre, y goza por tanto de una protección integral". Hasta la entrega de llaves, pautada para el 10 de diciembre, la familia tendría tiempo suficiente para retirar del edificio lo que considerase oportuno. De ahí la urgencia de una orden que paralice el expolio.

El Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña estimó ayer la petición de medida cautelar. "En tanto en cuanto este inventario no se finalice y esta juzgadora no lo autorice expresamente, los demandados no pueden trasladar y/o retirar ningún tipo de bien. Con el fin de garantizar que se cumpla con esta decisión, procede librar el correspondiente oficio a la Guardia Civil, para que establezcan un dispositivo de vigilancia". Esta catalogación se ha programado para mañana mismo, 11 de noviembre, cuando los técnicos de la Consellería de Cultura de la Xunta empezarán a trabajar a las 10:30 horas.

La batalla judicial aún no ha terminado. Tras el inventario, los Franco podrían iniciar una serie de recursos sobre las decisiones de catalogación y de propiedad de los bienes de uno de los epicentros del franquismo, el mismo que lleva meses concentrando todas las miradas tras la histórica sentencia que obliga a la familia del dictador a devolver al Estado la propiedad de un conjunto que ocupan desde hace 82 años. El fallo hizo referencia al continente, pero dejó en el aire el contenido. Aún quedan episodios en la  recuperación del Pazo de Meirás. Por el momento, los Franco tendrán que aplazar la mudanza y esperar al peritaje, bajo la atenta mirada de un retén de la Benemérita que mantendrá la vista fija en lo que ocurra tras sus puertas.