Según establece la ley

Las condiciones del estado de alarma que hacen a Moncloa 'dueña' de las empresas

Dos agentes de la Policía Nacional, patrullan por la Plaza Mayor de Madrid, a 16 de diciembre de 2019.
Dos agentes de la Policía Nacional, patrullan por la Plaza Mayor de Madrid, a 16 de diciembre de 2019.
Jesús Hellín - Europa Press - Archivo

La declaración del estado de alarma anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para este sábado no solo afectará a los movimientos habituales de los ciudadanos y al control administrativo del Gobierno sobre las comunidades autónomas. También podría afectar de manera muy directa a las empresas porque el Gobierno asume prácticamente el control de todo lo imaginable.

A falta de que se conozcan los detalles durante este sábado, la ley que establece las condiciones y situaciones del estado de alarma contemplan una serie de decisiones posibles que toda empresa tendrá que tener en mente.

En primer lugar, se podría "limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarlas al cumplimiento de ciertos requisitos", con lo que se reserva la opción de dirigir los transportes de mercancías y de taxis o VTC que puedan funcionar todavía.

En segundo lugar, se puede "practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias" y se reserva la opción de "intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, con excepción de domicilios privados, dando cuenta de ello a los Ministerios interesados".

Con estas dos medidas, el Gobierno se convierte en 'dueño' prácticamente de todo el tejido empresarial e industrial nacional si así lo exige alguna de las medidas que se deban adoptar en los próximos días. Un ejemplo de lo que pude significar esto es la utilización de hoteles para convertirlos en hospitales o los taxis como ambulancias.  

Asimismo, la ley contempla "limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad". Con el miedo que circula entre la población respecto al abastecimiento de los productos básicos, la Ley deja abierta la posibilidad normativa de controlar hasta el producto más elemental con esa referencia a "artículos de primera necesidad".

Por último, y no menos importante, la ley recoge la opción de "impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el funcionamiento de los servicios y de los centros de producción afectados por el apartado d) del artículo 4.º". Es decir, que no solo se podría controlar directamente la producción sino dirigirla posteriormente. 

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