Dossier Alcàsser en Cuarto Milenio

El profesor Frontela, del caso Alcàsser: "De decir la verdad me despellejarían"

"Yo no puedo hablar. Si hablo, no sé si más adelante, in articulo mortis, pueda hablar, porque hoy día me despellejarían si hablo la verdad de lo que pienso, de lo que se ha hecho", asegura en el programa de Cuatro

El profesor Frontela en su intervención en Cuarto Milenio
El profesor Frontela en su intervención en Cuarto Milenio
Cuatro

Uno de los casos más mediático de la crónica negra de este país volvía ayer a Cuarto Milenio: el asesinato de las niñas de Alcàsser. El padre de Miriam, Fernando García, no se podía creer el hallazgo de cuatro huesos hace unos meses por parte de un aficionado al programa junto a la fosa de La Romana donde se encontraron los tres cuerpo y que tiempo después se haya asegurado que pertenecían su hija. "Esto es algo puesto allí en este momento y que en aquel momento no estaba", aseguraba en el programa presentado por Iker Jiménez. Continúa asegurando que su hija "no murió 75 días antes de encontrarla sino en fechas muy recientes a su hallazgo. En La Romana fue el segundo enterramiento. Eso lo tengo yo muy claro". 

"El río de cuarto milenio transcurrirá por las aguas tan turbulentas del caso Alcàsser", avisaba Jiménez tras pedir disculpas por ser "un tema crudo" pero todos "queremos conocer las sombras". El doctor Frontela, médico forense y catedrático de Medicina Legal, ya contó en La Información que los huesos encontrados por un turista podían pertenecer a alguna de las niñas". Ayer en el programa explicaba que "era de esperar que cuando el cadáver permaneció con el brazo y la mano fuera de la tierra porque con las lluvias se eliminó la tierra superficial con la putrefacción del cadáver desaparecen las partes blandas que unen los huesos y se desprenden los huesos y por la acción de la intemperie o el viento son trasladados y aparecen en otro lugar". Aclara el profesor que no considera que haya ninguna intencionalidad humana en el traslado de esos huesos. 

Pero continúa asegurando que "yo no desearía hablar de esto porque es demasiado crudo para mi y como científico de la medicina legal me indigno bastante de cómo se hizo el levantamiento de los cadáveres". Aclara que "no se puede hacer eso a la ligera. Allí se habrán pasado por alto, quizá, numerosos indicios que si se hubiese hecho de otra forma quizás no se hubiesen perdido o pasado desapercibidos". Frontela insiste, como en otras ocasiones de que "no puedo hablar de un levantamiento de cadáveres perfecto  o normal, sino de uno totalmente anormal. No puedo hablar de la intervención de diverso peritos normales porque se amputaron elementos al segundo perito para que no los viese". 

Y aclara: "porque a ese perito le llegaron elementos de la primera intervención que tenía que haber hecho le llegaron meses después de cuando tenían que haber llegado a sus manos. Por tanto yo no puedo hablar. Si hablo, no sé si más adelante, in articulo mortis, pueda hablar, porque hoy día, me despellejarían si hablo la verdad de lo que pienso, de lo que se ha hecho". 

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